– ¿Desde cuándo lo haces? –Preguntaba insistente.
–No lo recuerdo...–Contesté enfadado.
– ¡Demonios! Y... ¿ese nuevo? ¿Por qué fue? –Volvió a preguntar. ¿Desde cuándo se había vuelto tan molesto?
–Jimin... –Trataba de mantener mi concentración en el estúpido libro de inglés, porque vaya que era malo en la materia, pero con Jimin insistiendo por saber a cerca de mis cortes era imposible.
– ¿Vas a decirme? –No paraba de querer indagar en mi vida personal, porque eso era, mis cortes y todos mis problemas eran míos, privados. Nadie lo sabía y nadie estaba enterado hasta que este chico comenzó a inmiscuirse más de la cuenta.
¿Desde cuándo había comenzado a actuar de esta forma? Estaría bien para mí si actuara como siempre, como lo es con todo el mundo: dominante, grosero, arrogante y hasta violento. Me era muy incomodo que las personas prestaran demasiada atención en mí, el sentir la mirada del parcito ruidoso durante todo el día y de paso la del chico que tengo en frente, todos los días, llegaba a ser un poco molesto.
–Jimin, basta. Es algo sin importancia. –Hablé aún sin despegar la vista de mi libro. Pude escuchar como resoplaba molesto, lo ignoré y al parecer esto lo enfado más.
–Eso que te haces a ti mismo sí que importa, y mucho. –Pegó mi libro a la mesa, haciendo que alzara la vista y me encontrara de nuevo con esa mirada llena de ansias y preocupación. Aún seguía sin entender el porqué se preocupaban tanto por mí. ¿Qué tenía yo de especial? Tan solo era un maricón más en el instituto, en el barrio. ¿Qué más daban los cortes de mis brazos y si aumentaba su cantidad?
–No debería. –Contesté ya harto de su insistencia, de sus preguntas y de su mirada penetrante.
Me levanté, tomé el libro que leía y lo coloqué en su respectivo lugar, disponiéndome a salir de la biblioteca. Caminaba por medio pasillo cuando sentí sus fuertes manos detenerme por los hombros.
– ¿Te irás solo novato? –Me preguntó caminando tras de mí. Gracias al cielo ya había cambiado el tema y su actitud volvería a ser la de siempre, tan altanero. Sólo hablábamos de cosas un poco más delicadas cuando nos encontrábamos a solas, en este caso, la mayor parte de esas ocasiones era en la biblioteca. Tan sólo que era muy molesto que el único que soltara información de más fuese yo. Él nunca respondía a mis preguntas, o más bien a las que más me interesaban saber sus respuestas.
–Siempre vienes tras de mí. –Y era cierto. Desde que se enteraron que mis adorados primos estaban trabajando para la gente de Monster no me dejaban solo la mayor parte del tiempo, hasta podía asegurar que había personas vigiando la casa de vez en cuando.
El día después de que Jimin regresara en tan mal estado, cuando volví a ver a Yongguk me sorprendí. Estaba igual o mucho peor que Jimin un día antes, y al verme, mientras se quejaba del dolor del rostro y el cuerpo, paso por alto el decirme o reclamarme alguna cosa. Quedé en blanco. Ni una amenaza, ni alguna cosa hiriente, nada. Obtuve la misma actitud por parte de Hyuna.
Estoy seguro que Jimin tuvo algo que ver en eso, ya que después de todo es el líder, y ahora no me lo tomo tan a la ligera, y hasta agradezco que él este protegiéndome y haciendo que los demás cuiden de mí.
Acababa de recuperarse de las heridas y golpes de hace varios días y ayer pude presenciar cómo le destrozaba los huesos a un tipo que quiso violar a una chica. Prácticamente el chico que venía caminando a mi lado hablando como si nada, era totalmente lo opuesto a lo que vi anoche. Su mirada, esa mirada dominante, llena de sadismo, el cómo disfrutaba hacer crujir los huesos de aquél sujeto. Por primera vez desde que llegue a este lugar tuve miedo de este chico.
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Revenge (Jikook)
FanfictionToda la vida, todos nosotros hemos sufrido tantas injusticias que hasta se han vuelto difíciles de recordar. Ninguno de nosotros pidió esta vida, ninguno de nosotros pensó que llegaríamos tan lejos por llevar a cabo cada una de nuestras venganzas...