By Jungkook
Desde que la madre de Jimin murió, este se veía aún más despiadado que antes. Ahora era mucho más temido. La noticia de que su padre había muerto no tardó en rondar por las calles de todo el barrio, acompañada claro, del rumor -que no era del todo rumor- de que el que había terminado con su vida, de una manera un tanto fuera de lo común había sido sin más ni menos el líder de los marginados.
No me gustaba pensar en Jimin como el líder, el siempre verlo siendo temido por todos, que con una mirada amenazante pudiese controlar a tantas personas... simplemente no terminaba de aceptar la idea de que él aprendió a sobrevivir en este lugar de esa manera.
Otra cosa que no me gustaba en absoluto era su bendito negocio, en el cual sin yo saber me involucré de lleno. Aunque no podía quejarme del todo. En todo esto había ciertos beneficios, como el día de la paga, ya que después de todo era trabajo, no uno honrado, pero eso no importaba mucho en el lugar donde nos encontrábamos.
– Jungkook –me llamó Hoseok– Jimin quiere veros a todos a la hora de siempre en el pub de Jiyong –dijo mirando discretamente a Iseul sobre mi hombro– tiene algo importante que decirnos.
– Seguro.
– Oh, y antes de que se me olvide... –Metió la mano en el bolsillo de su pantalón– Aquí tienes tu parte.
Era un sobre blanco con un buen fajo de billetes dentro. ¿Pero qué mierda? Esto es más de lo que normalmente suelen darme. ¿A caso Yoongi había asaltado un banco? Porque lo creía bastante capaz.
– Ho... esto es demasiado –hablé a penas en un susurro guardando de inmediato el sobre dentro de mi saco– Esto es más de lo que acostumbran a darme.
– Acostúmbrate campeón –palmeo mi hombro– a veces hay buenas y malas rachas en esto, habrá días que ni siquiera tendremos un mísero centavo, por eso aprovecha estos días, porque son la puta gloria. –Asentí no tan convencido, el dio media vuelta haciendo amago de irse y se detuvo a medio andar, volteándose nuevamente– En el pub de Jiyong –Sentenció apuntándome con el índice, le di una afirmativa con la mano y siguió caminando cuando Taehyung se le colgó del cuello de repente. ¿Hasta cuándo dirían que en realidad sí son pareja?
– ¿Qué fue lo que te dio? –Preguntó Iseul una vez me senté frente a ella de nuevo.
– Mi paga, ya sabes.
– ¿Tanto dinero por trabajar en una licorería? –Sí, tuve que decirle a Iseul que trabajaba junto con el parcito ruidoso en una licorería del barrio, sólo así se tragaría el cuento de que salga todas las noches con ellos y regresé a altas horas de la madrugada a casa.
– Lo escuchaste, a veces hay buenas rachas y a veces ni siquiera hay paga –traté de quitarle importancia al asunto comenzando a comer el pollo frito que compramos entre ambos. Me miró dudosa y luego asintió, comiendo de igual manera.
– Entonces, hoy irás a mi casa, ¿cierto? Lo habías prometido.
– Nunca puedo negarme aunque lo intente. –Sonreí, y eso era cierto, siempre que trataba de negarme, recordaba que el guisado de su madre era delicioso, ¿quién en su sano juicio se negaría a un delicioso guisado casero?
– Al fin te encuentro, acosadora. – Habló la voz de un tercero en nuestra pequeña mesa – Dime, ¿cuánto quieres por hacer el trabajo tu sola y decir que te ayude en todo?
La cara de Iseul se puso como un tomate de inmediato y dejo sus palillos sobre la mesa. Observé detenidamente al extraño, estaba seguro de haberlo visto en su clase. Era un poco más alto que yo y tenía mirada intimidante, al igual que todo el mundo en los barrios marginados. No me daba buena espina.
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Revenge (Jikook)
FanfictionToda la vida, todos nosotros hemos sufrido tantas injusticias que hasta se han vuelto difíciles de recordar. Ninguno de nosotros pidió esta vida, ninguno de nosotros pensó que llegaríamos tan lejos por llevar a cabo cada una de nuestras venganzas...