Capitulo 8

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Aquí estaba de nuevo: azorado, y con las piernas clavadas al piso, impidiéndome salir corriendo, sintiendo la mirada intensa de ese tipo extraño sobre de mí. Igual a la de la última vez.

¿Cuándo sería el día en que dejaría la cobardía de lado? A parte de la mirada de Jin, podía sentir como todos esos pares de ojos estaban sobre Yongguk y de mí. ¿En qué momento habíamos quedado al centro de todas estas personas?

Mi mirada viajó por todo el lugar, toda esta gente me llenaba de malos presentimientos, algo grueso estaba a punto de pasarme y a juzgar por los ojos escalofriantes de ese Jin, si no hacía algo pronto, estaría perdido. Perversidad y sadismo puro emanaban de esos ojos oscuros. Un escalofrío me recorrió la columna por completo, quería salir de ese maldito lugar lo más rápido posible y las jodidas piernas no me respondían.

Maldecía a todo lo que estuviese respirando en estos momentos.

De pronto esa mirada sería conectó con la mía. A unos cuantos pasos detrás del sofá donde se encontraba el chico que manejaba todo este alboroto, ahí estaba Yoongi. Me alegré de inmediato pero su rostro me indicó que volviera a preocuparme, me estaba dejando claro que no me ayudaría en lo absoluto. Mierda.

Bien, yo sabía que ese chico tenía algunos cuantos asuntos o negocios turbios con esta gente, desconocía de qué tipo, ya que nunca me explicaban las cosas concretamente, pero de lo que si estaba consciente era de que estaba del lado de Jimin, ¿cierto? Todo sería más fácil si se tomaran la molestia de explicarme cada cosa con punto y seña, así sería más fácil evitarme problemas.

Si Yoongi no podía ayudarme esta vez, entonces, ¿quién lo haría? Joder que necesitaba más amigos.

– ¿Y bien? ¿A qué esperas mocoso? Me prometiste algo, así que mas valle que comiences, si no quieres arrepentirte por no cumplir tus palabras. –Le gritó el del cumpleaños degenerado a Yongguk, este se tensó y volteó a verme con desprecio y odio. Me odiaba, lo sabía de sobra.

¿Qué pensaba hacerme? ¿Qué mierda le había prometido a ese larguirucho? Seguíamos en frente de todo mundo, podía sentir como mi miedo les divertía a todas estas personas. Una última mirada a Yoongi pidiendo auxilio, pero su semblante era el mismo de hace unos segundos, no movería ni un solo dedo para sacarme de esto. Joder.

Estaba solo en esta mierda y si no hacía algo por mi cuenta y rápido, estaría siendo sometido a no sé qué cosa, ya que si estaba aquí era para sufrir algún tipo de humillación, no se podía esperar menos de mis dos queridísimos primos.

Yongguk se acercó y sin darme tiempo a reaccionar me tomó fuertemente de ambos brazos y en un movimiento un fuerte golpe en la boca del estómago me hizo caer al suelo, un poco sofocado.

– Mierda, ¡Serás cabrón! –dije por lo bajo.

– Esta es mi venganza por lo que tu noviecito mandó a hacerme hace varios días, puto maricón –habló molesto.

Maricón... maricón... maricón

En verdad estaba cansándome de escuchar esa palabra salir de la asquerosa boca que tenía. Me levanté rápidamente pero fue más rápido y me hizo caer de nuevo, golpeándome la espalda al momento de impactar contra el frio suelo de cemento. Hice una mueca de dolor y lo observé acercarse, me tensé. Al momento de que se posicionó entre mis piernas, me dio tremendo golpe en la mandíbula que me hizo ver estrellas por un momento.

–Mas te vale cooperar, mariconsito –Me soltó en el oído. Escuché como se bajaba la bragueta del pantalón y comenzaba a abrirme las piernas.

Revenge (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora