Capítulo 8

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Me desperté todavía acurrucada en su pecho. Su respiración chocaba contra mi cabeza y su mano estaba aferrada a mi cintura, ejerciéndo fuerza sobre ella a pesar de estar dormido. Alcé la cabeza. Dormido parecía un niño pequeño. Sus labios rosados estaban entreabiertos y pedían a gritos un beso. Me mordí el labio para no cometer una estupidez. Me di la vuelta, dispuesta a dormir de nuevo. Solté el brazo de Yoongi para estar más cómoda pero este lo volvió a posar en mi cintura aferrándome más a él. Su tacto era agradable, demasiado incluso. Pero hacía estragos en mi. Con cada roce suyo mi piel se ponía de gallina y mi temperatura corporal subía. Me sorprendía como había pasado de aborrecerlo a ansiar que estuviese junto a mi, si apenas nos conocíamos.

-Yo... yoongi...-aparté su mano con delicadeza.

Solo obtuve un gruñido suyo como respuesta.

-Ey... no puedo dormir así...-Yoongi apartó la mano y se tumbó boca arriba con los ojos cerrados todavía.

-No... me...

-Shh.-apoyé mi cabeza entre su pecho y su brazo y lo abracé. Sabía que de esa manera no iba a dormir pero ya había desistido de esa idea. Cerré los ojos disfrutando de su cercanía. Yoongi me volvió a pegar a su cuerpo y gruñó algo que no entendí. Aprobeché un poco su aturdimiento para saber algo sobre él.

-¿Por qué llorabas el otro día en el bus?-susurré.

El peliverde solo se limitó a volver a gruñir y fruncir el ceño.

-Oye... responde.

Su respiración se volvió a hacer inaudible. Se había dormido. Agité ligeramente su cuerpo, quería saber de él.

-Suga-dije más alto.

El chico se levantó sobresaltado y miró alrededor hasta toparse conmigo. Me observó con una expresión confusa.

-¿Qué co...?

-¿Por qué llorabas en el bus?-repetí.

Me fulminó con la mirada y abrió la boca para responder pero la puerta de la habitación se abrió. Dando paso al pelirrosa.

-¡BUENOS DÍAS! ¡A LEVANTAR, HAY TRABAJO QUE HACER VAGOS!-golpeó las literas haciendo que los hombres que dormían en ellas se sobresaltasen. Por suerte salió de la habitación antes de que llegase a la litera de Yoongi, no me apetecía dar explicaciones de por qué habíamos dormido juntos. Una cabeza anaranjada caminaba haciendose paso entre la multitud. Una vez en nuestra cama alzó la vista con una sonrisa. Sonrisa que desapareció cuando me vio a mi al lado de Yoongi.

-Eh... venía a avisarle a Suga de que hoy hay tarde libre...-bajó la mirada.-No quería interrumpir nada.

Mi rostró se volvió rojo e intenté. articular alguna palabra.

-Jimin no...

-No me la he tirado. Si es lo qué te preocupa.-me interrumpió Yoongi.

Bajé de la litera y caminé hacia el comedor mientras charlaba con Jimin. Yoongi caminaba a nuestro lado en silencio. A veces me costaba distinguir si estaba enfadado o simplemente era así. Una vez allí, los chicos nos saludaron con una sonrisa y me senté entre Jin y Jungkook, que charlaban animadamente sobre algo que no me interesaba. De vez en cuando miraba a Yoongi pero este no correspondía mis miradas. Parecía absorto en la comida y en Jimin. Mantenían una conversación sobre algo que no podía escuchar desde mi sitio pero a juzgar por la expresión seria del pelinaranja, no era algo bueno.

-¿Y tú?-preguntó Jungkook. Sus oscuros ojos negros estaban clavados en mi, esperando por una respuesta.

-Yo ¿qué?

AGUST D {BTS-SUGA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora