AGUST D {BTS-SUGA}

Capítulo 17

Miré a Yoongi, quien dormía a mi lado. De vez en cuando arrugaba su pequeña nariz o decía algo incomprensible. Me limitaba a observarlo en silencio, parándome en cada facción de su cara. Si no tuviese ese humor de mierda el setenta por ciento del tiempo podría pensar que era un ángel caido del cielo. Eso era Yoongi. Hermoso por fuera. Por dentro era otra historia. Aunque me gustaba creer que en realidad era una coraza y que no era así.

Sabía que estaba mal y que probablemente no hablase en serio. Lo más seguro era que se despertase, me dijese dos cosas bonitas y se fuese con Hea como si nada. Me prometió que cambiaría por mí. Que sería una buena persona a partir de ahora o que lo intentaría y que dejaría de ser así.

En ese momento decidí creerle pero ahora no sabía que pensar. El cuerpo de Yoongi se retorció un poco entre las sábanas seguido de varios sonidos de estiramiento. Cuando hubo acabado su "rutina" reparó en mí y me abrazó.

-Buenos días. ¿Qué...?-preguntó ronco.

Ahg, debía admitir que me encantaba su voz por las mañanas.

-Las cinco de la mañana.

Yoongi abrió un poco los ojos y los cerró de inmediato al notar que había luz. Me abrazó contra él.

-¿Qué haces despierta? Es muy pronto.-acarició mi cabeza mientras enterraba algunos dedos entre los rebeldes mechones negros, provocándome un cosquilleo.-Duerme...

-No tengo sueño.

-¿Qué quieres que hagamos?-sonrió de lado y lo golpeé en el brazo.

Ignoré su risa después de decir la frase y el doble sentido de esta.

-No, enserio.

-Hablemos.

-¿Hablar? ¿De qué?-dijo con un tono de sorpresa, como si le hubiese contado algo increíble.

-De ti.

Yoongi aflojó el agarre y empezó a hacer ronquidos falsos. Me subí encima de él y aumentó el sonido de sus ronquidos hasta que dejaron de parecer de una persona a ser de un animal o algo por el estilo. Solté una carcajada y el peliverde abrió los ojos fastidiado al ver que su plan maestro no dio resultado.

-No quiero hablar, quiero dormir.-protestó.

Tenía el ceño fruncido y las manos sobre los ojos. Me enternecí, parecía un niño pequeño.

-Ya pero me has dado la opción de elegir y he elegido esa. No haber dicho nada.

Silencio.

-Yoongi.

Otro ronquido ensordecedor. Bufé frustrada.

-¿Estás despierto?

Suga se movió a la izquierda haciéndome caer fuera de la cama. Ni siquiera se molestó en impedirlo.

-No, joder. Sun que son las cincoo.

-Yoongi esa boca, tenemos un acuerdo.

-¿Tampoco puedo decir tacos?

-No.

-Joder.

-¡Yoongi coño!

Rió y me tendió la mano para que me tumbase junto a él. Lo hice porque hacía frío en el suelo, nada más.

-Dispara.

Hubo un instante de silencio por mi parte mientras trataba de ordenar mi lista de preguntas por nivel de relevancia. De vez en cuando tenía que golpear a Yoongi porque se dormía a la velocidad de la luz. Una vez lista para mi interrogatorio me dí la vuelta para estar cara a cara con él.