-Ese es el baño. Puedes darte una ducha si quieres, ahora también es tu habitación.
-Oh, si, claro.-examinó la habitación mientras rodaba su maleta rosa.-¿Donde dejo esto?-me preguntó señalándola.
Busqué con la mirada un hueco libre y se lo enseñé. Ella se limitó a hacer una reverencia y a agradecérmelo. ¿Por qué tenía que ser tan amable? Así no podía odiarla.
Me tumbé en la cama agotada cuando entró al baño. "Puto Yoongi". Tal vez esa frase se volviese una de las más concurridas en mi cabeza. Pero me daba bastante igual, para ser franca.
El grifo y los canturreos de Hea eran lo único que se oía en el cuarto. Intenté reconocer fallidamente que canción cantaba. Probablemente fuese una de amor o algo por el estilo, a juzgar por su apariencia de chica "aegyo".
Nunca habría imaginado que a Yoongi le gustasen ese tipo de chicas. Pensaba que le iban las "malas" o yo que sé.
-Hea, me voy a trabajar, las toallas están en el cajón de arriba.-dije mientras daba pequeños golpecitos a la puerta del baño.
-Vale~.
Ugh. Demasiado pastelosa, demasiado "mona", demasiado guapa, demasiado amable, demasiado todo. Eso era Hea. Una mezcla de "demasiados".
Aquella noche durmió en el sofá, todavía no le habían traido la cama. Me lanzó varias indirectas pidiéndome que le dejase dormir a mi lado pero las rechacé educadamente. No era porque se me hiciese incómodo o algo así, no me importaba dormir con otras personas. Pero Hea olía a Yoongi y lo que menos quería era pensar en él.
Una vez en la tienda me alegré de volver a estar sola. Sería la primera vez que entraba feliz a la pequeña habitación. Corrí la persiana y acomodé las fundas de las armas, lista para la jornada.
Aunque sabía de sobra que esa tranquilidad no iba a durarme mucho. Habían hecho a Hea mi socia. Como si no pudiese con todo el trabajo. "¡Ja!". Y lo peor era que yo era la encargada de supervisar su "semana de prueba" porque claro, a Taeyang le daba demasiada pereza tener que estar vigilándola.
Al cabo de unos minutos apareció por la puerta, con una de sus irritantes sonrisas. Le mandé a apilar algunas cosas mientras atendía a los clientes.
No hablábamos mucho. Solo cuando me preguntaba por algún arma o cuando no recordaba como usar la caja registradora. Todo lo que hacía, y digo todo, estaba acompañado de una sonrisa impoluta.
Joder, sabía que estaba siendo injusta y distante con ella pero se me hacía demasiado forzado devolverle las sonrisas o explicarle miles de veces como se usaba cada maldita cosa.
Preguntó hasta por la puerta. Como si fuese la primera que veía una.
La mayor parte del tiempo estábamos en silencio. Apilaba unos estuches cuando la estruendosa voz de un hombre la hizo sobresaltarse y tirar un par de ellos.
-¡Una AK-47!-gritó desde la ventanilla.
Miré a Hea y esta pareció comprender lo que quería decirle. Dio un par de pasos torpes hasta él y le tendió el estuche con el arma dentro. El hombre pagó y arrancó el objeto de las delgadas manos de la chica, un tanto cabreado.
Volvió a lo que estaba haciendo con nerviosismo. Me pregunté si yo también me vería así mis primeros días. Probablemente yo fuese incluso peor, pero eso ya era lejano.
-Si te pones nerviosa les pones nerviosos a ellos también. Respira y expira para calmarte.-la aconsejé. Repetí el consejo que me dio Taeyang en su día y que tan bien me había servido.
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AGUST D {BTS-SUGA}
Fanfiction"Las cosas se demuestran con hechos, no con palabras. Sin embargo, tú no has hecho ni la una ni la otra."