A soon × MyungYeol

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Nada podía salir peor, no iba a negar que su rechazo me había dolido tanto.
También me había dolido haya abajo, esa era la verdad, si me había excitado lo suficiente como para no dejarlo ir en ese momento pero estaba consiente de mi propia condición, era su profesor y él era menor de edad.
Aun así había tenido el placer de acariciar con la yema de mis dedos su tersa piel, estaba tan falto de sexo que ya me hacia delirar.
Alborote mi cabello y trate de despejar mi mente para no pensar mas en esa situacion. Pero era imposible tanto que mi mano se encontraba en la hebilla de mi cinturón; pensé una vez mas en sus labios y en lo suave que estos eran, los jadeos que soltaba. Hacia que perdiera mis propios sentidos.
Baje la cremayera de mi pantalón y saque sin mas mi dolorosa ereccion. Jamas me había masturbado por un chico pero SungYeol no era solo un chico era un ser perfecto y hermoso. Lo deseaba tanto, solté un gemido bajo mientras deslizaba mi mano hacia bajo empezando con un lento vaivén, podía sentir mi piel arder. Mis labios sedientos de otros, necesitados. Estaba enloqueciendo en solo unos días. Con mi mano derecha acaricie mis testículos imagando que era él quien lo hacia, se sentía tan bien. Acelere los movimientos mientras movía mis caderas hacia delante en busca de llegar al clímax. Oírlo gemir mi nombre con desesperación fue el punto final, mordí mi labio inferior y solté un gruñido cuando mi semen escurría por mi mano. Mi respiración estaba tan agitada, mi vista aun seguía nublada por la excitación. Tome una de las servilletas que habían en la oficina y me limpie.
Suspire con tranquilidad. Y me recrimine por haberme masturbado en la escuela. Aunque aun podía llegar hacerlo en casa...
Pero no ahí estaba mi hija, no podía exponerme. Sabía que era mas que notorio mi abstinencia, pero hacia meses que no tocaba a jiyeong. Y eso me tenia muy mal, como hombre tenia necesidades.
Término la hora de comida, así que regrese a mi hora de clase. Solo faltaban pocas para concluir el día. Pensé una vez mas en todo, ya le había mostrado mis intenciones pero aun así él me rechazo, no podía obligarle pero tampoco podía aguantar mis ganas. Coloque algunos ejercicios en la pizarra y regrese a mi asiento.
No tenía en claro mis pensamientos tampoco sabia lo que él quería, no podía ser egoísta.
"Ya lo eres"
Ladee un poco y me sentí como un urgido, a decir verdad si estaba un poco pero tenia que controlarme..
"Rompe las reglas de tu perfecta vida"
Pero ya lo había hecho, y si que lo había hecho.
Concluí mi clase, me despedí de mis alumnos y con la misma salí del aula.
El camino se me hacia eterno quería salir de ahí. Todos los alumnos ya estaba abandonando la escuela así que me dirigí con rapidez a el estacionamiento.
Abrí la puerta de mi auto cuando de pronto; unos labios muy bien conocidos presionaban los mios con desesperación susurrando;

ㅡ Profesor..-lamió el lóbulo de mi oreja.- Deseo que en este preciso instante me haga el amor..