Cap 2

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La chica que sostenía en mis brazos intentó besarme en los labios y pasarme mano. Yo cogí sus muñecas, ocultando mi mueca de disgusto ante sus continuos intentos que el baile que estábamos teniendo se convirtiera en algo más... Bueno, la verdad es que cuando le había pedido bailar yo mismo había esperado lo mismo, pero una vez en la pista de baile había visto a Malorie bailar muy acurrucada con un hombre, quien sonreía seductoramente...

¡Hasta se habían besado!

Yo no había podido evitar quedarme rígido, mi corazón latiendo a toda velocidad, doliendo mi pecho como si acabaran de atravesar mi corazón físicamente. Se supone que la había olvidado, que había superado ese capítulo de mi vida.

Pero, considerando mi reacción al verla tan acaramelada con ese tipo, tan relajada; al parecer ella seguía siendo la dueña de mis pensamientos, la dueña de mi corazón. Me enfadé. Después que ella me hubiera botado como si fuera la peor de las basuras, yo seguía queriéndola.

Habían pasado varios meses desde que la había visto. Había estado tan ocupado en la escuela de detectives que no había podido juntarme con los chicos... y como Malorie tenía el mismo grupo de amigos, tampoco la había visto. Gracias a eso, comencé poco a poco a dejar mis pensamientos acerca de ella más de lado, dándole prioridad a mis calientes compañeras de clase y a las clases en sí...

No había estado preparado para verla ni para los sentimientos que me había asegurado de enterrar, pero que habían florecido con tanta fuerza como antes. No, definitivamente no había estado preparado para eso...

Y entonces los vi salir del bar, juntos. Él la abrazaba y le murmuraba cosas en el oído, ella reía feliz, apegándose al tipejo ese... Apreté los dientes con furia, olvidando completamente a la chica con la que bailaba. Ella no era importante en ese momento. Sólo Malorie importaba. Ella y el hecho que acababa de irse con un desconocido a su casa para llevarlo a su cama...

¡Maldita sea!

-¡Hey! ¡¿Qué te pasa?!- me pregunta Caden poniéndose a mi lado mientras Summer salía del bar tras Malorie. Yo apreté los dientes y lo miré elocuentemente. Caden asintió, comprendiendo el problema. Me encantaba eso de él. Caden y Ethan eran los únicos que podían entenderme tan fácilmente que no necesitaban palabras. Y estaban allí para mí siempre que los necesitara... Bueno, Ethan estaba ahí siempre cuando fuera de noche o estuviera en algún lugar al que no le llegara la luz del sol; pero se entiende la idea.

-Oye, creo que me marcho- le digo a la chica con a que bailaba, decidiendo que no tenía ni un maldito sentido seguir allí fingiendo que me divertía cuando era uno de los peores momentos de mi vida.- Gusto en conocerte.

Ni siquiera hice un intento de recordar su nombre, porque estaba más que seguro que iba a fallar completamente. Su nombre no me había parecido importante en absoluto.

Ella parecía bastante irritada porque le hubiera destruido sus planes para mí, pero eso me traía sin cuidado. Le di el dinero para que se comprara otro trago y salí del bar, seguido de Caden, quien se despidió de Ethan con señas.

Salimos a la calle en silencio. Agradecí el fresco viento nocturno, mientras sentía que mis ojos se llenaban de lágrimas. Demonios, la seguía queriendo, casi tanto como antes. La amaba, y el sólo hecho de admitírmelo a mí mismo dolía profundamente, pues ella no estaba allí para mí, sino en su casa, con otro tipo en su cama.

Yo quería estar en su cama, maldita sea.

-Creí que habías superado aquello- comenta Caden caminando sigilosamente a mi lado. Yo me sobresalté, pues había olvidado su presencia.- Ella parecía haberlo hecho.

Maldición del Bosque (Maldiciones de Bosque Azul 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora