Cap 5

301 45 7
                                    

Sólo quedaban unos cuantos chicos para que la fiesta llegara a su fin. Faltaba alrededor de media hora para el amanecer, y la diversión estaba ya acabando. Yo observé a Mark irse y me dirigí a la cocina, en la cual estaban Summer, Caden y Ethan con verdaderas caras de preocupación.

-Hey, ¿qué sucede?- pregunto con curiosidad. Summer me sonríe con cansancio.

-No creo que quieras escuchar al respecto aún- me dice ella con un suspiro, pasando un brazo por mis hombros.

-Entonces, Malorie, ¿qué fue lo que te regaló Cedric?- me pregunta Ethan tranquilamente, sobresaltando a Caden y a Summer. Vale, entonces ellos habían estado hablando al respecto. Fruncí el ceño con irritación. ¿Por qué tendrían que estar cuchicheando acerca de Cedric y yo? Se suponía que lo nuestro había acabado hacía un año. Historia terminada y página pasada...

-¿Por qué? ¿Qué genera tal curiosidad?- les pregunto rodando los ojos, deshaciéndome del abrazo de Summer.

-Vamos Malorie. Sólo quiero saber qué te regalo. Él no quiso contarnos- dice Ethan.

-Me regaló flores- digo tranquilamente. Los tres me miraron con el ceño fruncido, desconcertados. Al parecer se esperaban alguna cosa un poco más impresionante o más personal. No sabían que el mensaje adjunto era algo bastante personal. Todavía no terminaba de creérmelo. ¿De verdad Cedric todavía me quería y me extraña? Me sentía demasiado tentada a creerlo, pero no podía evitar dudarlo. ¿Por qué demonios me querría después de todo el daño que le hice al pobre?

-¿Sólo eso? ¿Flores?- Ethan parecía realmente decepcionado. Yo rodé los ojos.

-¿Podemos dejar de hablar del asunto?- les pido con irritación. Caden me observó fijamente y luego negó con la cabeza.

-Estoy asumiendo que su regalo significó algo más que sólo un regalo- dice él cauteloso.- ¿Qué vas a responder? ¿Vas a hacer algo al respecto?

-¿Tengo qué?

-Creo que, si no estás interesada en retomar las cosas, deberías decírselo ahora mismo. No lo hagas sufrir más- me dice él fríamente y yo me sobresalto, recordando el mensaje que las flores entregaban. Un dolor en el pecho me asaltó al recordar con demasiada claridad para mí gusto la mueca de dolor en la cara de Cedric cuando lo mandé a pasear. Sus ojos brillaban con las lágrimas retenidas, el sufrimiento claro en ellos.

Cedric no sólo había sufrido en ese momento. Por las caras de los chicos y lo que pude ver esa misma noche, Cedric había seguido sufriendo todo este tiempo. Pero eso me llevaba a pensar: ¿Por qué demonios se demoró tantísimo tiempo en tomar cartas en el asunto? Porque Cedric dejó estar el asunto durante todo un año. ¿Por qué no luchó por mí? Si me hubiera amado realmente, habría insistido...

Desinflé rápidamente esa rabia, porque sabía muy bien que no era justa en absoluto. Había sido yo la que lo había alejado, y valiéndome sobre una ridícula excusa. La verdad es que era realmente entendible que él no hubiera insistido, si yo lo había pateado alegando una verdadera estupidez. Ni siquiera después de tanto tiempo intentando convencerme a mí misma, podía creer ninguna de las palabras que habían salido de mi boca ese día. Había sido muy injusta y todo porque había sido demasiado cobarde para intentar enfrentar mis miedos.

Una oleada de odio a mí misma me embargó en ese momento. La verdad es que lo mejor que podía hacer era dejar a Cedric para que me superara y consiguiera a la persona que él realmente merecía. Quiero decir, no tenía por qué imponer mi cobarde culo en su vida. Él se merecía algo mejor. Joder, el chico podría tener cualquier mujer que quisiera. Muy bien podía hacerme a un lado para que fuera feliz de una vez por todas.

Maldición del Bosque (Maldiciones de Bosque Azul 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora