Cap 13

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Después de que mi madre nos hubiera mostrado su verdadera forma ella me contó lo aliviada que estaba por no tener que mantener el sortilegio para parecer humana por más tiempo mientras estaba conmigo. Ella me contó lo agotador que era, y que había sido muy difícil para ella y mi padre mudarse en una ciudad de humanos, pretendiendo ser humanos, renegando completamente lo que eran para poder darme una vida tranquila y segura.

De inmediato me sentí culpable por haberle recriminado el mantener el secreto, pero me abstuve a decir nada. Ella tenía razón. Había sido la mejor decisión que podría haber tomado; sólo cometió un error en el último momento y las cosas se habían torcido. Yo había terminado enojada con ella, había escapado, me había convertido, había tenido que enfrentarme a elfos homicidas con ganas de matarme públicamente y me había enterado que mi madre había sabido todo, todo el tiempo.

Había sido un día algo movido, ¿no?

En el momento exacto en el que anocheció, mi madre y yo comenzamos a bostezar fuertemente y me di cuenta que mientras el sol se estuviera escondiendo, sentía cómo me drenaba ligeramente de energía. Mi madre me explicó que era porque nuestro poder venía de la luz. En otras palabras, somos más poderosas durante el día, lo que no quiere decir que durante la noche estemos indefensas; sólo más débiles. También me dijo que el repentino sueño que sentíamos era sólo durante una hora aproximadamente, luego podíamos continuar como si nada... y que las hadas no necesitaban dormir tanto como los humanos. Con unas tres horas de sueño diarias era más que suficiente para nosotras...

Y yo había decidido tomarlas. Quiero decir, vamos, por mucho que hubiera tomado una siesta en la mañana en casa de Summer, el día había sido realmente muy cansador. Había descubierto cosas que nunca podría haber imaginado sobre mí misma y sobre mi madre. Descubrí, por ejemplo, que tengo abuelos, y que estás vivos; pero que no pueden ver ni en pintura a mi madre, porque la odian. Ellos dicen que fue culpa de ella que mi padre hubiera renegado de ellos y se hubiera marchado a una ciudad humana rebajándose al nivel de las personas normales. Ellos eran unos snob que pensaban que sólo por el hecho de ser hadas eran mejores que los humanos.

En ese momento quedé en tácito acuerdo con mi madre que no había ningún apuro en conocer a ese tipo de gente, aún cuando ellos habían exigido pasar por lo menos un mes conmigo cuando me convirtiera en un hada para que pudiera entrar en razón y me quedara con mi propia especie, a la altura que merecía o algo por el estilo.

No lo creí. No iba a pasar.

Así que, al anochecer, me había disculpado con Summer y había subido las escaleras, indicándole que se tomara un par de horas para ir a nadar, que estaba segura que lo estaba deseando porque había interrumpido su excursión en la mañana.

Ahora mismo me sentía como renovada. Casi como si hubiera sacado un cable de algún lugar, me hubiera conectado a la corriente y me hubiera recargado. Literalmente. Era algo bastante extraño. Y eso que sólo había dormido alrededor de dos horas y media. Me sentía como nueva.

En la cocina estaba Summer tomando café, bostezando audiblemente. Irina y Lilly no estaban por ninguna parte, pero Caden estaba sentado a la mesa, con su cabeza en sus manos, sus ojos cerrados, pareciendo profundamente dormido.

-Quedó exhausto después de nuestra excursión- me dice Summer mirándolo con adoración. Yo sonreí feliz por ella. Estaba tan contenta que ella hubiera conseguido eso que yo misma había tirado por la borda. Por lo menos una de las dos había sido lo suficientemente inteligente como para no arruinar lo mejor que le había pasado en la vida.

-Siento como si hubiera exprimido la energía de él- comento sirviéndome una taza de café yo misma, dejando caer algo de polvillo dorado en él, inhalando profundamente su aroma.

Maldición del Bosque (Maldiciones de Bosque Azul 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora