Cap 24

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Nos acomodamos en mi habitación, en mi casa. Mi padre nos había visto llegar y viendo nuestras caras tan serias ni siquiera se había acercado. Supo de inmediato que no era el momento para acercarse a preguntarnos cómo había ido la reunión con los Concejales de nuestras respectivas especies.

Observé a Malorie seriamente, mordiendo mi labio inferior. La verdad es que no quería tener que lidiar con esta conversación; pero sabía que debíamos hablarlo. Sí, cuando nos habíamos apareado habíamos conseguido llegar a conversar algunas cosas, pero el hecho de habernos apareado como que nos distrajo un poco.

-Bueno, creo que considerando que fui yo la que dañó irremediablemente lo que había entre nosotros, soy yo la que debería comenzar- dice Malorie entonces y yo niego con la cabeza, cogiendo sus manos en las mías.

-No lo dañaste irremediablemente. Sí, cometiste un error estúpido que me dañó profundamente; pero yo debí haber luchado por ti- le digo con tristeza. Suspiré con resignación y me dejé caer en la cama, con un brazo sobre mis ojos, tapándome la vista del techo.- Tengo una severa depresión.

El silencio que acompañó mis palabras fue de ultratumba. Podía sentir a Malorie carcomiéndose a sí misma por la culpa de lo que hizo. Casi podía escucharla insultarse a sí misma mentalmente. Claramente no era lo que yo quería que sucediera.

-Malorie...- digo sentándome y mirándola a los ojos seriamente. Ella me devolvió la mirada con lágrimas en los ojos, una de ellas deslizándose lentamente por su mejilla. Me puse de pie y tomé delicadamente su cara entre mis manos y limpiando su lágrima con uno de mis dedos.- Te amo.

Malorie comenzó a sollozar en ese momento y yo la abracé con fuerza, dejándola que se desahogara a gusto. No la interrumpí ni dije una palabra. Aún no era el momento.

Estuvimos en esa posición por largo rato, ella llorando contra mi pecho, mis brazos sosteniéndola fuerte, protegiéndola del resto del mundo.

-Lo siento...- dice ella con la voz entrecortada. Yo negué con la cabeza y volví a tomar su cara entre mis manos. Sus sollozos poco a poco comenzaban a disminuir, su cara enrojecida, sus ojos hinchados, sus mejillas completamente humedecidas.

-Está en el pasado. Te perdono por haber tomado el camino fácil, cuando yo también lo tomé- le digo con cariño.- Me rendí demasiado rápido. Ninguno de los dos estaba preparado para luchar por lo que realmente importaba. Tengo que creer que ahora hemos crecido. Que ahora sí estamos preparados para intentarlo y poder estar juntos de verdad. Yo te amo, y sé que ahora yo claramente no voy a dejarte ir. Ethan y Caden tampoco me dejarían darte la espalda y volver a ser miserable.

-Ambos saben acerca de tu depresión- dice entonces Malorie con culpabilidad.

-Todos lo saben- digo con un encogimiento de hombros.- Alistair, Ethan, Caden y Summer. Creo que Eros también, pero no lo podría asegurar.

-¿Lo han sabido todo este tiempo?- me pregunta ella con voz rota. Yo niego con la cabeza y nos llevo a ambos a sentarnos frente a frente en mi cama.

-Caden lo descubrió hace poco. De hecho, lo descubrió en tu cumpleaños, justo antes que me encontrara con ambos elfos- le digo mordiéndome el labio inferior algo avergonzado.- Comencé a hablar acerca de lo poco merecedor de amor que yo era realmente y Caden se asustó como los mil demonios. Estaba preocupadísimo y muy enfadado porque no se lo hubiera dicho antes. Quizá no la tomó contra mí en ese momento, pero podía sentir su irritación ante lo que él sentía era su mejor amigo que no confiaba en él. Lo herí por no haberle dicho, pero la verdad es que yo lo único que quería era olvidarme del problema.

Maldición del Bosque (Maldiciones de Bosque Azul 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora