Cap 12

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Me sentía completamente alterado con mi nuevo descubrimiento. Estaba literalmente hiperventilando mientras observaba mi reflejo en el espejo con horror. Mi cabello se había oscurecido varios tonos, ahora era casi negro, pero las puntas estaban como teñidas de verde; mis ojos ahora eran verde oscuro, y casi brillaban; mis facciones eran mucho más delicadas, esbeltas... era una diferente composición ósea...

Y el detalle me lo entregaban mis orejas puntiagudas de elfo...

-Esos malditos... A eso se referían, hijos de puta- maldigo entre dientes tirando de mis orejas con irritación. Mi padre pareció reaccionar en ese momento y se acercó a mí, tirando él también de una de mis orejas. Yo solté un grito de dolor, pues él las había tirado algo más fuerte que yo.- ¡Ay! Duele- le digo golpeando su mano con irritación.- Son bastante reales al orejas, así que, por favor, con cuidado.

-¿Un elfo?- me pregunta mi padre pareciendo algo perdido. Yo suspiré profundamente y me acerqué a él. Mi padre retrocedió, dubitativo, yo recogí su arma y se la entregué.- Uh... Cedric, ¿por qué estás desnudo?

-Mi ropa se desintegró- le digo a mi padre estando realmente de mal humor.- ¿Te encuentras bien? ¿Esos tipos no te hicieron daño?

-¡Cedric! Eso debería preguntártelo yo- me dice mi padre abrazándome con fuerza.- Veo que tienes unas orejas peculiares y has cambiado. ¿Qué fue lo que sucedió?

-Ya lo dije, papá. Me convertí en un elfo- le digo, algo extrañado porque él se estuviera tomando todo tan bien. Parecía demasiado calmado para mi gusto, como si no estuviera procesando realmente lo que estaba sucediendo.

-Los elfos no existen...- dice mi padre y yo ruedo los ojos levantando mi mano y concentrándome en alguna planta. Desde la palma de mi mano creció una flor, mientras mi padre me miraba completamente pálido.

-Soy un elfo- le digo tranquilamente. Sentí una ligera brisa y me estremecí, pasando a mi padre y dirigiéndome a las escaleras.- Y estoy desnudo. Tengo frío...

-Sí, sobre eso... eh... ¿Te viniste caminando por la calle así, completamente desnudo?- me pregunta mi padre con preocupación.- ¿No te vio nadie? ¿Algún policía? Sabes que es ilegal andar por ahí así de expuesto...

-Papá, tenía que escapar. Los elfos me perseguían. No tenía tiempo para detenerme a buscar ropa, de verdad- le digo a mi padre a la mitad de las escaleras, rodando los ojos.- aparte, nadie habría sido capaz de alcanzarme. Corro demasiado rápido.

Mi padre volvió a ponerse pálido, como intuyendo lo que quería decir con mis últimas palabras.

-¿Qué... qué quieres decir?

-Soy mucho más veloz que un humano normal. Tengo poderes que los humanos no tienen- le explico tranquilamente y mi padre termina desmayándose, dejándome completamente estupefacto en mitad de las escaleras.


-Papá, oye, papá, estás comenzando a asustarme, despierta, vamos, papá- le digo a mi padre en cuanto lo dejé en su cama y me puse algo de ropa a toda velocidad. No sabía qué hacer. ¿Tenía que zarandearlo? ¿O tenía que despertarlo de una manera algo más suave?

No fue necesaria mi intervención, una vez que mi padre gimió y se giró hacia el lado, abriendo ligeramente los ojos. Yo me senté en el piso, justo frente a él, esperando que terminara de despertar él solito. Creo que su choque con el mundo sobrenatural fue algo fuerte, por lo que no quería darle un choque nuevo. Dejaría que él descubriera lo mismo que había descubierto antes de desmayarse.

Mi padre se incorporó algo inestable, pero se me quedó mirando, poniéndose completamente pálido. No podía hacer nada por ayudarle, en absoluto. Sólo podía quedarme allí y esperar a que se habituara a mi nuevo aspecto.

Maldición del Bosque (Maldiciones de Bosque Azul 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora