Bienvenido a la compañia

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Añil en multimedia
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-¿Cual es nuestro rumbo?- cuestiono Lumia
Cenicienta se encogió de hombros y dijo- seguiremos el sendero para llegar a tu aldea, tengo la sensación de que tenemos que ir hacia allí- luego se quedó mirando el paisaje que los rodeaba. Se encontraban en un bosque frondoso. La luz era tenue pero se veía bien. Muchas florecillas de colores adornaban el suelo y las ramas mas bajas de los árboles- ¿alguna idea de donde estamos?- pregunto
-¿La verdad?- luego se callo y dijo- ni idea.
Siguieron caminando por las sendas libres que habian dejado los grandes arboles en su crecimiento. El lugar transmitía paz, de vez en cuando, se oían ruidos de pájaros o de serpientes siseando, mas poca cosa más.
Cenicienta sentia que alguien les seguía, por eso hizo que Lumia parara y muro rápidamente hacia atrás. Pudo ver una sombra escondiéndose entre los arboles.
-No temas- dijo ella bajándose- no te haré daño- dijo acercándose.
-Eso mismo dijeron ellos a mi pueblo cuando vinieron- dijo una vocecilla asustada- no volveré a cometer el mismo error.
Cenicienta puso cara tierna y entendió todo lo que ese alguien había pasado, así que decidió darle tiempo de salir.
-Bien- dijo sentándose en el suelo- yo lucho contra ellos- señalo a Lumia- y ella es Lumia, es amiga mía- luego se señalo a si misma y dijo- yo soy Dama Blanca- luego comenzó a hacer un conjuro con una bonita canción para pasar el rato, mientras el individuo salia - nubes de aire, gotas de agua, llamas de fuego, hojas de bosque, plumas de pajaro, ascuas de luz, sombras de oscuridad, uniros todos en este conjuro, para un fuego mágico echar- de repente, un fuego de colores salio de la nada y se quedó llameando en el suelo. Cenicienta le susurro al fuego- enseñame fuego del presente, ¿que es lo que en el palacio se siente?- el fuego empezó a tomar colores determinados y se pudo ver una escena.
Se veía a Peyton sentado en el trono con una corona dorada en la cabeza, se le veía triste y con unas ojeras que hacían que sus bellos ojos tuvieran un tono cansado y melancólico. Se podía apreciar como en sus manos, leía un mapa, de lo que podía ser el reino. Se levanto de su asiento, dejando allí el mapa, se acerco a la ventana y dijo al viento- se que me puedes oír Cenicienta, por eso, dejame explicarte una cosa, Red White nos ha traicionado y se ha ido al otro bando. Lo que viste no es real, es un conjuro que ella hizo para separarnos, por favor, vuelve. Te necesitamos, se aproxima una guerra y tu eres la única que puedes pararlos- se paro y termino diciendo- te necesito aquí conmigo Ceni.
Y ahí termino el fuego. Cenicienta contuvo una lágrima y dijo con voz triste- ¿por que el viento no me trajo antes estas palabras? No me habría ido tan lejos
-No estabas preparada, el viento es sabio- dijo la misma vocecilla de antes. Cenicienta se giro y vio a una minúscula criatura mezcla de un águila, un ciervo y un gato. Era azul y tenia varias portentosas gemas en su frente del mismo color. Luego hizo una reverencia y añadio- mi reina.
Cenicienta se quedo sorprendida. Por todos los lugares por los que había pasado, nadie había sabido que era la reina- ¿como lo has sabido?- pregunto
-Bueno, aparte de que estabas viendo al castillo, tengo el poder de leer la mente- dijo tranquilo.
-¿Que ha pasado con tu pueblo? ¿Los han matado?- pregunto ella
El dio un suspiro y dijo- no, algo peor mi reina- se quedo en silencio- veras, nosotros somos muy valiosos, así que les raptaron y se los llevaron.
-¿Como que soys muy valiosos?- dijo ella
-Podemos leer lo que piensa cualquier persona, nos quieren para conocer al enemigo- luego se quedo en silencio- para conoceros a vosotros.
-¿Entonces ellos no conocen de lo que somos capaces de hacer?- cuestiono ella. El nego con la cabeza. Se quedo en silencio y Cenicienta pregunto- ¿por que no te llevaron a ti?
El se rasco un cuernecillo de su cabeza e hizo una mueca- buena, veras, yo... soy algo especial, por así decirlo.
-¿Especial?- inquirió Lumia, quien por primera vez entraba a la conversación. 
-Si, yo cuando me enfado mucho o me siento en peligro, bueno pues...- se quedo en silencio.
-Puedes confiar en nosotras- dijo Cenicienta
-Me convierto- finalizó el
-¿En que?
-En un dragón feroz e inmenso- dijo el ruborizándose.
-Vaya, eso si que es enfadarse- bromeo Lumia, Cenicienta le dio una mirada de advertencia y dijo- perdón
-Y dime, ¿por que solo tu tienes ese poder?- dijo ella
-Bueno, yo soy diferente, mis vecinos son de color violeta y yo de color azul. Además ellos no poseen las gemas de mi cabeza- luego paro para tomar aire y prosiguio- mi madre me contó que el gran Tafansy vino una noche cuando era pequeño y me concedió este don.
-Vaya- dijo Lumia sorprendida
-¿Y como te podemos llamar?- inquirió Cenicienta
-Añil me llamaban aquí todos mi reina, porque decían que era una mezcla de azul y violeta- dijo sonriendo melancólico
-Vale, pero no me llames reina, llámame Cenicienta, ¿vale?- el asintió efusivamente- bien, ahora creo que debemos ir a tu aldea- dijo refiriéndose a Lumia- a buscar a Tafansy para que nos ayude en esta guerra. El también sera la forma mas rápida de volver a casa.
Cuando Cenicienta se monto en Lumia para irse, Añil dijo- ¿podria ir con vosotras? Aquí ya no hago nada mas que dormir y esperar. Yo quiero ayudar- dijo poniendo ojitos- además, un dragón inmenso y un lee mentes nunca vienen mal.
Cenicienta sonrió y dijo- de acuerdo, bienvenido a la compañía.
Y así Añil se coloco en uno de los bolsillos del abrigo de Cenicienta para acompañar a su reina, en lo que parecía haberse convertido en un viaje para salvar el reino.

El Poder de AMAR (#2CYTZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora