Mantente a salvo (Caryl)

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Estaban agotados, apenas tenían las suficientes fuerzas para seguir caminando, hace 13 horas que su boca no tocaba la comida, lo único que les quedaba era un pequeña porción de ardilla que reservaban para el anochecer, les parecía que nunca iban a salir de ese maldito bosque, no importaba cuanto caminaran todo a su alrededor tenía el mismo aspecto desde que entraron al lugar, el calor era insoportable y no dejaban de ver cuerpos de caminantes y de personas por todo el trayecto. Daryl estaba siempre a un lado de Carol asegurándose de protegerla, se le veía con profundas ojeras en ambos parpados y el cansancio era evidente en sus ojos azules, jamás se sintió tan culpable en toda su vida si tan solo le hubiera hecho caso a Carol sobre qué camino tomar, Carol cojeaba débilmente, la herida le ardía cada vez más a cada paso que daba, su pantalón se estaba manchado de sangre seca y no podía evitar pensar que morirían en ese lugar, sin que nadie encontrara sus cuerpos, si es que no se los tragaban los caminantes, Tobin miraba a Daryl y a Carol desde atrás, miraba con resentimiento a Daryl, si tan solo lo hubiera escuchado no estarían en medio del bosque, con el frio calándoles los huesos por las noches y muriendo de sed calor y hambre durante los días, no estaba acostumbrado a nada de esto siempre había estado protegido por los muros de Alexandria junto con la protección de Deanna. Después de caminar por algunas horas tratando de encontrar el camino de vuelta a Alexandria se encontraron con una pequeña cabaña, los tres se pararon en seco.

—Iré yo a ver si es seguro—, avisó Daryl tomando su ballesta y parándose en el porche, 13 días y 6 horas varados en ese jodido bosque, nunca le pareció estar tan hambriento y agotado como ahora lo estaba, Daryl dio repetidos golpes en la puerta esperando oír algún caminante adentro sin embargo no escucho nada más que sus propios golpes en la puerta.

— ¿Hay algo? —Preguntó Carol acercándose más a la cabaña.

—Al parecer no, aléjate la abriré—, Después de decir esto, Daryl giró la perilla de la casa y levantó su ballesta apuntando hacia el frente.

—Es realmente pequeño. — Murmuró Tobin desde el porche, Daryl lo miró irritado.

—Puedes quedarte afuera si quieres, hay mucho espacio haya—, sugirió Daryl bajando su ballesta, entrando junto con Carol y Tobin al único cuarto que había, en frente de ellos se podía ver una cama llena de tierra con manchas de sangre en el colchón, y a su izquierda se abría un comedor con solo una vieja alacena, una mesa y una silla, Carol se acercó a la alacena con rapidez, y la abrió con la esperanza de encontrar algún alimento.

—Por fin. —Dijo Carol con una sonrisa de oreja a oreja, en la alacena se encontraban varias latas de comida junto con una media bolsa de pan, Daryl ayudó a Carol a sacar la comida de la alacena y la puso sobre la mesa.

— ¿Cómo estas de tu pierna? —Preguntó Tobin al ver que Carol volvía a caminar con dificultad.

—Creo que está a punto de infectarse—, Carol hizo una mueca, sentándose en la silla y abriendo una de las latas de comida que se encontraban en la mesa.

—Mañana iré con Daryl a primera hora a buscar antibióticos, te pondrás bien.

Carol lo miró a los ojos, pudo ver que la preocupación era más que evidente, Tobin se acercó más a ella y le dio un ligero apretón de hombro, para después acariciar con su mano su mejilla, ella lo miró con dulzura.

Daryl los miraba desde la cama, los celos ardiendo en sus ojos, se apretó la lengua con fuerza tratando de que no le saliera una maldición entre dientes, con la intención de interrumpir "la tierna escena" Daryl se acercó a ellos y agarró una lata de comida entre la mano de Tobin y el rostro de Carol, el alexandriano quitó la mano algo incómodo y miró a Daryl con expresión molesta.

One Shots; TWDWhere stories live. Discover now