One Shots; TWD

Fear (Carnid)

Las puertas de Alexandria se abrieron lentamente, un silencio recorrió a los habitantes: Rick y su grupo por fin habían regresado, el padre Gabriel bajo rápidamente de su puesto, una sonrisa de felicidad y alivio lo acompaño hasta la puerta donde la caravana fue recibida por Spencer dejando entrar los rayos matutinos del sol, desde lo lejos se podían oír los crujidos y balbuceos de la caminantes estancados en la madera, un olor a podredumbre invadió el lugar. Los habitantes de Alexandria podían presentir que es lo que se avecinaba ya que el grupo de Rick no había vuelto hasta después de una larga noche, las personas comenzaron a amontonarse frente a la caravana con la preocupación en sus rostros, entre ellas Enid que llevaba un respiración agitada y su corazón latía con rapidez, aún no alcanzaba a visualizar a Carl y a los demás pues no habían salido de la caravana aún, el padre Gabriel se abalanzó hacia la puerta de entrada dando fuertes golpes a la vez.

— ¡Rick! —llamó preocupado, durante esa noche Gabriel estuvo a cargo de Alexandria con la viva esperanza que su grupo regresara, no podía oírse ningún sonido dentro del auto, al fin después de los constantes llamados de Gabriel en la puerta un desaliñado y sucio Eugene salió de espaldas, cargaba una gran camilla con la ayuda de Rosita que no dejaba de temblar. Un escalofrió recorrió a la multitud, en la camilla se encontraba un cuerpo tapado por una manta mugrienta y opaca con una mancha de sangre enorme en la parte superior del cuerpo.

— ¿Qué es lo que paso? —preguntó Gabriel en voz baja, acercándose a Eugene con una mano en su hombro, pero Eugene apenas le miró, ignoró su pregunta y llevo el cuerpo junto a Rosita, quien había roto en llanto apenas Gabriel se acercó a ellos. Enid respiro con dificultad.

Michonne fue la tercera en bajar seguida de Maggie que era sostenida por la morena, podía verse lo débil que estaba, y al igual que Rosita rompió en llanto cuando un cuerpo cargado por Rick y Carl bajo de la caravana. Rick cerró la puerta.

Faltaban Glenn, Abraham y Daryl.

No paso mucho tiempo antes de que Enid se diera cuenta de lo que estaba pasando: dos personas habían muerto. Un nudo se formó rápidamente en su garganta, al borde de las lágrimas se acercó al cuerpo, deseaba que no fuera Glenn quien se encontraba detrás de la manta.

—Es..es — Enid no podía formular bien la pregunta ya que había comenzado a llorar sin que ella lo pudiera evitar, era Glenn, su silueta lo delataba, Maggie temblaba junto a ella — Glenn —, sollozó en voz baja, acerco sus manos pálidas a una de las orillas de la manta dispuesta a verlo, pero antes de que pudiera ver el rostro de Glenn la mano firme de Carl la detuvo antes de levantarla, los ojos de ambos se vieron al fin después de su llegada, era la primera vez que Enid veía los ojos azules de Carl tan apagados, era la primera vez que podía ver el miedo a través de él. Carl negó con la cabeza.

—No querrás verlo —, fue lo último que le dijo Carl antes de soltarla suavemente y desaparecer por las calles de Alexandria.

Ningún alexandriano se atrevió a hablar con el grupo de Rick sobre sus compañeros fallecidos se veían demasiado afectados como para ese atrevimiento, incluso Rick se había encerrado un día entero en su habitación sin tener ningún contacto con alguien incluso con Carl. Enid no dejaba de preocuparse cada día que pasaba, desde la muerte de dos de sus amigos la relación de ella y el ojiazul era cada vez más distanciada, Enid trataba, en serio trataba de hablar con él cada vez que tenía oportunidad de cruzárselo por algunas de la calles, pero como si estuviera huyendo de ella Carl cambiaba su dirección contraria a Enid. Ya harta de esta situación Enid decidió seguir a Carl en unas de sus diarias salidas afuera, le dolía que él se fuera sin avisarle, le dolía que no hablara con ella sobre lo que paso con el grupo de Negan, después de todo Carl era una de las pocas personas que realmente le importaban. Así que en cuanto él menor de los Grimes trepó por el gran muro de Alexandria para después desaparecer entre los árboles Enid no titubeó, siguiendo sus pasos desde que piso la tierra.

Carl no volteó hacia tras ni una sola vez convencido de seguir hasta encontrar un gran número de caminantes, la sangre le hervía, estaba harto de esta situación, todos eran una esclavos de Negan, trabajaban para él y seguían sus órdenes y lo que era peor: su padre estaba completamente convencido de no contraatacar.

Sus pensamientos se disiparon de pronto, una hoja crujió detrás de él, seguido de un arrastrar de pies, con el pulso acelerado, tomó su arma con agilidad dándose la vuelta para defenderse pero la bajo de inmediato al darse cuenta que era su amiga Enid la que estaba frente a él y no un caminante con la mandíbula esperándole.

— ¿Qué diablos estás haciendo aquí? —, Preguntó Carl más irritado que preocupado, arrebatándole la pequeña arma que Enid tenía en la mano, la estudió de arriba abajo.

—Tenemos que hablar—, señaló Enid con voz firme decidida a no irse hasta saber si él estaba bien, si todos lo estaban, reino el silencio entre ambos Carl se dio media vuelta dispuesto a irse.

—No hay nada de qué hablar, vuelve a casa no es seguro.

—No me moveré, tienes que explicarme muchas cosas Carl, por favor.... — Enid se adelantó hacia el ojiazul, tomándole la mano con suavidad, Carl la quitó bruscamente.

—Enid, por favor...vuelve, no lo entiendes.

— ¿Cómo podría entender? ¡Me has apartado de ti desde que Negan apareció! —gritó con un nudo en la garganta, manteniendo la vista fija en él. Carl comenzó a andar inquieto de un lado a otro, estaba eufórico, no por Enid sino por él mismo, por su padre y Negan, estaban rodeados, no había salida de esto temía por lo que se avecinaba, por su familia, Enid...

— ¿Carl estas bi... —su voz fue apagada por los labios suaves de Carl quien tomo con rapidez el cuello de Enid para profundizar el beso, pudo gurar oír el corazón de Carl junto a su pecho, Enid cerró los ojos y con media sonrisa colgando de su boca le devolvió el beso con el mismo entusiasmo que él había empezado, despejando cualquier pensamiento que no se tratara de ellos dos ahora. Carl fue el primero en separarse con la respiración algo agitada, abrazo fuertemente a Enid.

—Tengo miedo Carl—susurró la castaña, aferrándose a él.

No sé por donde empezar, no he subido ningún one shot en bastante tiempo y realmente siento no haber escrito las parejas que me pidieron con anterioridad.Agradezco a todos los lectoras o lectores que votaron y comentaron en estos pequeños escritos, espero tener mas tiempo ya que son vacaciones.