Me sentía como una adolescente culpable de haberle escondido una relación a sus padres...
-¿con quién hablabas?- volvió a preguntarme.
-ermm... Mamá....
Ya tenía 18 años, no debía sentirme así, asustada y nerviosa... Sí, tenía un novio ¿por qué esconderlo? no era nada del otro mundo, pero es que no había tenido muchos novios y esta situación era incómoda.
Mi mamá me miraba esperando una respuesta y yo no encontraba las palabras para decírselo.
-... Hablaba con mi novio.
-¿novio? Espera, ¿te dejamos sola 3 meses y ya tienes novio?
-mamá, no sé por qué te enojas, no es nada malo ¿verdad? Y si lo conocieras... él es un gran chico.
-suspiró- eso espero.
-Alguien tiene novio.- dijo mi mamá cuando salimos de la cocina.
-¡Mamá!
Gabrielle rio. Mi papá levantó las cejas mirándome confundido.
-así que tú también sabías y no me lo dijeron- le dijo mirando a Gabrielle- pero bueno, ya hablen.
Gabrielle me miró y yo seguí comiendo para evadir el tema.
-¡no vas a decir nada! ¿Verdad?- me dijo Gabrielle- bueno, se llama Harry Styles, tiene 18
-¡Ya Gabrielle! -interrumpí- sí, se llama Harry, tiene 18 años, cabello rizado, una sonrisa... tan hermosa, al igual que sus ojos verdes y su profunda voz.
-a juzgar por las expresiones en tu rostro y esa mirada iluminada cuando hablas de él, estás muy enamorada.
-ya mamá- sonreí.
Sí, lo estaba... estaba muy enamorada de él, de ese chico que se encontraba a miles y miles de kilómetros de mí.
-espero que sea un buen muchacho- me dijo mi papá.
-lo es papá, lo prometo.
*****
Las 2 semanas se nos fueron muy rápido, recorrimos la ciudad, conocimos muchos lugares y ya el lunes comenzábamos clases, otra vez esos nervios del primer día de clases... recordé ese día en que vi a Harry en la universidad... lo extrañaba tanto...
Cuando recién llegué me llamaba varias veces, al despertarse, entre clases, tarde, noche; pero luego sólo en la mañana y en la noche, y así poco a poco las llamadas y los mensajes fueron disminuyendo, supuse que era por las clases, que quizás tenía muchas tareas, no quería imaginar otra cosa, otras situaciones.. Pero era inevitable, las preguntas invadieron mis pensamientos, ¿tan rápido se olvidó de mí? ¿Qué pasó con las promesas? ¿Los 'te amo'?, así las llamadas, los mensajes... y quizás también el amor fue disminuyendo.