Sus ojos profundos mirándome hacían que mis rodillas temblaran y la felicidad me invadiera, nos abrazamos, un abrazo de «te extrañé tanto»
-¿viniste a otro continente sólo por mí?
-te dije que no te dejaría ir, así tenga que recorrer medio mundo por ti - me dijo mirándome a los ojos e inmediatamente puso sus perfectos labios sobre los míos, un beso con sabor a «te amo»
-estas son para ti- dijo y me entregó el ramo de flores.
Mis mejillas se pusieron del mismo color de aquellas rosas.
-no tenías que molestarte, era suficiente con tenerte aquí conmigo
Él sonrió y se revolvió el cabello.
-¿y los chicos? ¿Cómo están? ¿Sabían que venías?- dije mientras ponía las flores en un recipiente con agua.
-bien, todos están bien, y sí, lo sabían.
-todos lo sabían y ¿no me lo dijeron?
-era una sorpresa….Pero luego hablamos de ellos –se acercó a mí y me tomó de la cintura- ahora sólo somos tú y yo.
-Espera, al menos tienes que invitarme a salir.- dije riendo.
-no te adelantes, ese era el plan para mañana
-no, tú no te adelantes, la cita es primero ¿o no?
-está bien, hermosa, entonces, Srta. _______ ¿quisiera salir a cenar mañana?
-suena estupendo Sr. Styles, supongo que usted, siendo de Holmes Chapel, Inglaterra, conoce un buen lugar aquí en Connecticut, Estados Unidos.
-por supuesto.
Ambos reímos.
-¿te quedarás a dormir aquí?
-si tú me dejas
Sonreí, y como era costumbre, mi celular interrumpió, esta vez era mi mamá.
-¿hola?
-hija, ¿mañana vendrás a almorzar con nosotros? ¿Verdad? ¿O ya tienes otros planes?
No podía decirle “No mamá, no iré porque mi novio vino a verme, ah y por cierto, pasaré la noche con él”-
-ermm, sí mamá sí iré.
-entonces, te espero mañana, dile a Gabrielle también.
-está bien mamá, nos vemos mañana.
-¿a dónde irás mañana?- me dijo Harry cuando cerré la llamada.
-a almorzar con mis padres…. ¿quieres venir?
-¿hablas en serio?
Asentí con la cabeza. ¿Había sido muy apresurada al preguntarle eso? ¿Cómo me respondería? No debí haberle preguntado, pensé.
-no te preocupes, si no quieres ir, está bien.
-claro que iré, tarde o temprano tengo que conocer a los padres de la chica con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Esa respuesta hizo que se dibujara una sonrisa en mi rostro.
Me besó en la frente y se acostó a mi lado.
-¿piensas dormir con jean y camiseta? ¿Por qué no te pones algo más cómodo?
-si tú lo dices.
Se sacó la camiseta… su Jean… y se dispuso a quitarse los bóxer.
-¡me refiero a que te pongas ropa más cómoda!
-pero, así estoy cómodo.
-¡no dormirás así conmigo!
Reí y escondí debajo de las sábanas.
Apagó las luces, la habitación quedó iluminada sólo por el televisor que estaba encendido, de pronto sentí que me rodeó con sus brazos y me besó en la mejilla.
-no sabes cuánta falta me has hecho- me dijo susurrando.
-y tú a mí, nunca creí que fuese posible extrañar tanto a alguien.
-pero, ya estamos juntos… eso es lo que cuenta.
Hay momentos que nunca se olvidan, ésa noche por ejemplo.
