-¡oh por Dios, no lo puedo creer! ¿Le dijiste que sí?- me dijo Gabrielle cuando fui a verla y le mostré mi anillo.
-sí, sí, estás viendo a la futura Sra. Styles.
-pero
-pero nada- interrumpí- yo sé que tengo que decirles a mis padres, sé que quizás sea muy apresurado, lo sé Gabrielle, sé las consecuencias y todo lo que esto conlleva, pero ¿sabes qué? Quiero arriesgarme, quiero todo esto porque ese chico... él... lo amo Gabrielle...
-.... ¿estas segura?
-más que nunca.
Suspiró-bueno ¡felicidades! Entonces, pase lo que pase siempre te apoyaré.
-gracias- la abracé.
-y... ¿cuándo le dirás a tus padres?
-no sé.... no sé... Quiero contarles, pero me aterra pensar en su reacción.
-sí, pero debes decirles y mejor si lo haces pronto.
Me quedé pensando en lo que Gabrielle me había dicho, y que debía decirles a mis padres lo más pronto posible, una noticia así no se puede guardar tanto tiempo y menos a personas tan importantes, como tus padres.
Cuando entré al departamento Harry hablaba por teléfono, así que me acosté en la cama, a los pocos minutos él se lanzó a la cama a mi lado.
-¿con quién hablabas?
-con el rector de la universidad
-¿qué? ¿Porque? ¿Qué te dijeron?
-que puedo terminar el semestre aquí contigo
-¿hablas en serio?
-sí, muy en serio, en unos días tengo que ir a firmar unos papeles y listo, a no ser que tú no quieras
-no seas tonto, ¡claro que quiero!
Me besó y ambos sonreímos.
Todo parecía ser perfecto, pero aún tenía algo que resolver: mis padres.
-amor, ¿cuándo iremos donde mis padres?
-dime tú
-¿yo? Es que no sé.... me pone nerviosa pensar en cómo reaccionaran.
-tranquila hermosa, todo saldrá bien.
Así que al día siguiente fuimos a la casa de mis padres.
Los nervios me estaban matando, y aumentaban cada vez que miraba mis manos y veía ese anillo.
Cuando llegamos mi mamá abrió la puerta.
-¡que sorpresa! ¿Porque no me avisaron que vendrían?
-¡mamá! Ya, sólo queríamos venir a visitarlos.- dije con una sonrisa nerviosa.
Entramos y nos sentamos en uno de los muebles.
-John, ¡baja! ___ Y ¡Harry están aquí!- gritó mi mamá y luego se sentó frente a nosotros.
Yo trataba de esconder mi mano, entonces Harry la tomó ocultando así mi anillo.
-¿y cómo han estado? ¿Te gusta Connecticut?- preguntó mirando a Harry.
-bien, bien, y sí es una muy linda ciudad.
En eso bajó mi papá, nos saludó y se sentó al lado de mi mamá.
-¿y a qué se debe esta sorpresiva visita?- preguntó mi papá.
-....
-¿está todo bien?- dijo mi mamá
Tenía que decirlo, era ahora o nunca.
-sí, todo bien... y... mamá, papá... Harry y yo nos vamos a casar- dije mostrando mi anillo.
En ese instante, todo fue silencio, por un momento creí que mi mamá había dejado de respirar y que mi papá se había quedado congelado, no me atreví a decir nada y mucho menos Harry.
Esta situación me estaba matando, necesitaba saber qué dirían, pero a juzgar por sus expresiones faciales, no iba a ser algo bueno.