La Ultima Parada

Intervención IV

Al caer la noche, los fallecidos habían regresado a sus habitaciones, habían todos compartido un día juntos y era hora de descansar. La mansión estaba completamente oscura y la única fuente de luz era la luna que brillaba en un tono rojizo, toda esta escena era muy parecida a la que Saien y los demás habían visto en el periódico, ¿Pero será verdad? ¿Alguien moriría esta noche? Pero no solo eso... ¿Alguien seria asesinado esta noche por uno de los fallecidos?

Con esa duda en mente fue Jagua a su habitación, le tocaba dormir en la misma habitación que Elias, pero al verlo sentado en la cama no se dijeron ni una sola palabra, eventualmente cuando ya los ojos no daban para más, lo único que dijo jagua fue "Buenas noches", y no había recibido respuesta alguna.

Cuando todos los fallecidos se habían dormido, habían algunos de ellos que tenían planes para esta noche, primero cierta persona abandono silenciosamente su habitación y se dirigió hacia la cocina, pero no solo eso, esa persona fue avistada por otra persona que también se encontraba despierta a esas horas, la que había salido primero no tenía idea que había alguien siguiéndola, por lo que continuo su búsqueda por algo en particular en la mansión, pero este no estaba en la cocina. Estas dos personas que habían salido de noche fueron acompañadas también por una tercera persona que se percató de que había alguien despierto en el primer piso de la mansión y había decidido ir a investigar en sigilo, pero esta persona no solamente tenía planes de investigar, pero si se le diese el momento adecuado, también podría tomar acción, podría hacer lo necesario para que todos salieran de la mansión y continuaran a la siguiente estación, y no solo eso, esa persona podría saltarse una estación y asegurar su supervivencia para la siguiente, pero para eso debía cometer el crimen perfecto, por lo que tenía que estar segura de que todo resultaría de buena manera.

Finalmente la primera persona que había salido se había dirigido hacia la bodega para buscar algo, la persona que seguía a la primera se había ocultado en las puertas de la biblioteca para espiar lo que hacía, finalmente logro avistar que esta persona había salido de la bodega sin nada en mano y se había dirigido hacia el segundo piso, tenía que saber que estaba tramando, pero en eso, logro percatarse de un movimiento extraño en una esquina de sus ojos, una silueta oscura con un objeto en mano se le había lanzado con un ataque directo a la cabeza, la sangre había salpicado por la puerta y el suelo comenzaba a llenarse de esta sustancia roja, el individuo había quedado en el suelo y había muerto de forma instantánea, tenía una severa fractura en su cráneo que simplemente no paraba de soltar sangre, la persona que había atacado por otro lado, debía apresurarse, si alguien se llegaba a enterar de lo que había hecho, probablemente no seguiría en la mansión por mucho tiempo, debía ocultarlo todo antes de que llegase la primera persona que había salido, y antes del amanecer, aunque fuese horrible el hecho de que había traicionado a todo su grupo, no sentirá remordimiento, así que se quitó todo pensamiento que corriera por su cabeza en ese momento y procedió a ocultarlo todo...

Nadie podría percatarse de lo que había hecho...