Unacceptable accident

1* Frank en casa.

(Gerard).

Al despertar pensé que sería un día como cualquier otro pero no era así. Cuando bajé a desayunar me di cuenta de que había una maleta en la sala.

–¿Mikey?–lo llamé.

-qué-respondió en la cocina.

–¿acaso te vas de la casa?

Mikey rodó los ojos mientras comía su cereal.

-no seas idiota, Gerard.

–tú eres el idiota–respondí enojado–¿entonces por qué hay una maleta en la sala?

–no peleen niños–interrumpió mamá.

-Gerard empezó–Dijo Mikey.

–eso no es...–dije pero mamá me interrumpió.

–calla Gerard–Dijo molesta–hay una maleta en la sala porque Frank se quedará unos días ¿no te lo dije? Sus padres saldrán de viaje.

¿QUÉ...?

-no...–respondí nervioso–¿por qué nadie me contó de esto?–dije mirando a Mikey.

-no te lo conté porque sé que no te agrada Frank–Dijo el.

–¿quién dijo que no me agrada Frank?- pregunté a la defensiva.

–por favor Gerard, es obvio–Mikey se levantó y dejó su plato en el lava vajillas–desde que lo conoces todo el tiempo lo estás evitando, es obvio que no lo soportas.

–eso no es cierto–me defendí.

La verdad me agradaba mucho Frank, demasiado, tanto que estaba enamorado de él.

–además, tú tampoco le agradas–Dijo Mikey saliendo por la puerta.

–¡Frank y yo somos amigos!-grité pero Mikey me ignoró–le agrado a Frank ¿cierto?–pregunté a mamá.

–Gerard, Frank se quedará unos días pero eso no significa que tengas que estar todo el tiempo con el.

–por favor mamá, no creerás que enserio no me agrada Frank.

Mamá se encogió de hombros.

–yo solo creo en los hechos.

Esto no podía ser más enserio.

–como sea, ¿donde está?–pregunté porque no había visto a Frank y se suponía que se quedaría unos días.

-está afuera, despidiéndose de sus padres.

De acuerdo, tenía suficiente tiempo para escapar.

–voy a casa de Ray–dije dirigiéndome a la puerta trasera.

-espera- dijo mamá antes de irme- primero: estas en pijama y segundo: no puedes irte, tienes que ayudarme a cuidar a los chicos.

rodé los ojos.

-mamá, los chicos son capaz de cuidarse solos-repliqué-ademas, no me necesitas para cuidarlos.

-¿qué no te dije? tu padre tiene boletos para opera esta noche, en Boston.

-¡Dios!¿por qué nadie me cuenta nada en esta casa?