10* No puede ser

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(Frank).

Me quedé en resto de la semana en casa descansado. Me sentía mucho mejor pero aún tenía náuseas y mareos.

Aún no había ido con un doctor porque estaba convencido que me pondría mejor descansando.

Mikey y Gerard venían a visitarme después de la escuela. Siempre en decían que debería de comer más, al parecer creen que tengo alguna clase de desorden alimenticio. Si supieran que últimamente como demasiado, incluso más de lo normal. Pero de nada me siente comer tanto si vomito después.

A pesar de sentirme mejor durante la semana, hoy era una pesadilla.

Me sentía otra vez mal. Nuevamente tenía mareos y escalofríos.

–Frank–llamó mi mamá desde la puerta de mi habitación–dile a Mikey y Gerard que no vengan hoy, te llevaré al doctor.

–pero mamá estoy bien...

–ya te deje una semana entera aquí y casi no he visto mejorías, iremos al doctor–dijo firme.

Llamé a los chicos y les expliqué la situación. Ambos parecían entusiasmados porque finalmente fuera a ver a un experto.

En cambio yo...

–no quiero.

–hazlo Frank–dijo mamá enojada–ya tienes 17 años deberías dejar de tener miedo al doctor.

–me va a sacar sangre.

–no te va a pasar nada.

–no quiero.

De alguna manera u otra terminé entrando a la sala, y aunque traté de ser valiente por dentro estaba temblando.

–necesito hacerte un análisis de sangre–me dijo el doctor después de que le contara los síntomas que presentaba.

–¿no hay alguna otra manera...?

–no, los necesito para saber bien lo que te pasa.

Hice una mueca de terror. Yo no soportaba ver sangre, me ponía histérico.

El doctor me llevó a otra sala donde unas enfermeras ya estaban preparadas con su equipo.

Me senté en la silla donde me indicó la mujer y le di mi brazo. Sentí como me colocaban una banda que comenzaba a presionar mi brazo, y cometí el error de mirar la gran aguja que iba a atravesar mi piel. Casi me desmayo de solo verla.

–relájate, no dolerá nada–dijo una enfermera.

Asentí pero ya había cometido el error de mirar así que no me sentía nada bien.

–bien, acabamos. Podrás recoger tus resultados esta tarde–miré el pequeño frasco lleno de líquido rojo.

Por lo menos ahora sabría que estaba pasando conmigo.

...

–¿y bien?–dijo mamá–¿que te dijo el doctor?

–me hicieron unos análisis de sangre–respondí–los resultados estarán esta tarde.

–que bien–rió–¿lo vez? No pasó nada malo hijo.

Unacceptable accident Donde viven las historias. Descúbrelo ahora