Unacceptable accident

21* Aventuras a media noche

(Frank)

Dormir se había vuelto muy difícil desde el embarazo. Todo el tiempo estaba incómodo y daba mil vueltas a la cama pero esta vez traté de no moverme demasiado para no despertar a Mikey que dormía plácidamente junto a mi, aunque a decir verdad, Mikey tenía el sueño demasiado pesado, ni siquiera un terremoto podría despertarlo.

Eran las tres de la mañana cuando escuché un ruido extraño en mi ventana. Me levanté con cuidado y cuando vi a través del cristal sentí un nudo en el estomago al ver a Gerard en el jardín arrojando piedritas como en las películas.

Abrí la ventana.

—¿qué estás haciendo?–susurré enojado.

—Tenía que hablar contigo—contestó Gerard de la misma manera.

—Vete de aquí o llamaré a la policia

—No lo hagas...–suplico.—será rápido.

—Será mejor que te vayas o despertaras a mamá.

—Solo quería decirte que lo siento mucho.

—¿No podías esperar a que amaneciera?

—Tenía que decírtelo ahora.

—Gerard, por favor vete.

—Ya me iba...—bajó la mirada—solo sentí que tenía que decírtelo cuanto antes.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar eso.

Ver a Gerard bajó mi ventana me provocaba muchos sentimientos. Quería abrazarlo y besarlo peor también quería gritarle que me dejará en paz.

—Bien...ya lo dijiste, ahora vete.

Vi como Gerard se encaminaba a su auto y abría la puerta pero antes de meterse dio la vuelta y regresó debajo de mi ventana.

—Volveré mañana—susurró.

Se me puso la piel de gallina y sangre se me acumuló en las mejillas. Por suerte el no podía verme porque estaba oscuro.

—No, vete—le dije. No iba a dejar mi orgullo tan fácil.

—Hasta mañana—se despidió sacudiendo la mano en el aire lentamente.

Estaba a punto de devolverle el gesto cuando un chorro de agua mojó a Gerard. Era mamá quien seguro había escuchado algo y ahora mojaba a Gerard con la manguera del jardín.

Gestas soltó un grito y cayó al suelo.

—¡mamá!—exclamé.

Mamá cerró la llave.

—¿Gerard?–preguntó sorprendida.

Gerard se puso de pie y Caminó hacía su auto completamente empapado.

–lo siento...yo ya me iba...—dijo antes de meterse en su auto y marcharse.

Contemple la escena completamente asombrado.

—¿por qué hiciste eso?—pregunté sorprendido  desde mi ventana.

—Escuché ruidos...pensé que era un vagabundo—respondió ella desde el jardín.

—Vuelve a la cama mamá.