Charleen
—¿Y si no está? —pregunté deteniéndome—, ¿Y si quiso jugar conmigo? ¿Y si esta sentado en su habitación riéndose de mi? Dios, siento que esto está mal.
Chelsea rodó los ojos y se cruzó de brazos.
Ya estábamos en el centro comercial camino a la cafetería. Convencí a Chelsea que me acompañe hasta la cafetería y si todo estaba bien se iría.
En mi cabeza se estaban formando miles de hipótesis sobre como terminaría el encuentro, y si realidad iba haber un comienzo. No dejaba de jugar con mis manos nerviosa.
—¿Y si él está? ¿Y si le interesas? ¿Y si esta allá dentro sentado esperándote? —exclamó Chelsea—, deja de ser tan negativa y despeja tu mente de toda hipótesis. Ahora, entra ahí dentro, sé tu misma y todo saldrá bien.
Dejé de jugar con mis manos y dirigí mi mirada a la cafetería que se encontraba a unos metros.
—Gracias por todo —abracé a Chelsea—, no sé como lo haces pero siempre sacas la mejor parte de mi.
Me separé de Chelsea y me regaló una sonrisa.
—Tienes la mejor amiga del mundo —se alagó—, entra de una vez.
Le asentí respirando profundamente.
—No te olvides que después de tu cita tenemos una buena película y mucha comida que espera ser devorada —dijo señalándome con el índice.
—No es una cita Chelsea.Ella rodó los ojos y rió. Le asentí y luego se dio media vuelta para irse. Giré para encaminarme a la puerta de la cafetería.
Y comencé a caminar.
Al entrar mi corazón latía a mil, observé por todas las mesas buscando a Cooper. Hasta que vi una mano alzada, y todo mi mundo regresó a su lugar. Ahí estaba Cooper.
Me encaminé hacia la mesa lentamente, como que analizaba lo que iba a decir.
—Charleen —me saludó.
—Hola Cooper —regresé mi saludo y me senté.
Respiré y coloqué mi bolso en la silla que quedaba en la mesa. Mientras, Cooper hizo señales al mesero y este se acercó hacia nosotros.
—¿Puedo hacer su pedido? —preguntó.
Cooper me alcanzó la carta y me decidí por helado. Levanté la vista de la carta y observé que Cooper me miraba e inmediatamente regresé la vista a la carta.
—Yo deseo una banana split —respondió Cooper y se dirigió a mi—, ¿Y tu Charleen?
Bajé la carta.
—Helado de Chocolate y todo eso que viene en la imagen —dije señalando la imagen que estaba en la carta—, No sé que es o como se llama pero se ve apetecible.
Cooper sonrió divertido y el mesero apuntó para luego retirarse.
—Y bien Charleen, cuéntame sobre ti —dijo cruzando los brazos y apoyándose en la mesa con expresión divertida.
Reí y rodé los ojos.
— Tengo un hermano, soy de aquí y como lo acabas de observar, me gusta el helado —dije divertida.
Cooper levantó una ceja y sonrió de lado.
—Wow, eso si que es mucha información —dijo fingiendo asombro.
—Ahora te toca a ti —dije tomando la misma posición de él.
Él rió y se incorporó en su asiento.
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El chico nalgón, su novia y yo | ✔️
Storie brevi"Quién pensaría que una pequeña nalgada resultaría lo mejor que hecho en mi corta vida." Charleen solo quería sentir adrenalina y diversión por unos minutos. Cooper solo esperaba su hamburguesa.