Los siguientes días fueron aterrorizantes, la niebla causada por la explosión seguía en medio nuestro y aun podía observarse el agujero en el cielo, las calles estaban desiertas, no había rastro de un cálido sol, todo se había paralizado.
Algunas personas se atrevían a salir en busca de comida aprovechando que los centros comerciales estaban solos, las tiendas, los aeropuertos, todo. Parecía el fin de nuestro mundo.
Pasaron 2 semanas y las noticias seguían iguales y las opciones de salir se hacían cada vez menos. Yo debía hacerlo, pues la poca comida que teníamos en casa se había acabado al igual que las medicinas de mamá, esto me obligaba a salir o mama y todos en casa moriríamos de hambre.
Mientras me alistaba para salir sin que mama se diera cuenta me llamo en tono alarmante.
---Rey, ven a ver esto. ---gritó asustada mamá.
--- ¿Qué pasa mama? ---pregunte atemorizado.
--- Escucha las noticias.
Una vez más era el Doctor Henri Bernal.
Temíamos lo peor y sucedió, pero no es todo. En un estudio realizado a los gases que escaparon de la atmosfera encontramos un virus que afecta directamente el cuerpo del ser humano otorgándole poderes sobrenaturales. Los infectados no controlan estos poderes y queremos ayudarlos, por eso les pedimos a todos los niños y jóvenes que se entreguen al escuadrón rojo, o serán traídos por la fuerza.
De repente un sentimiento de pánico se apodero de mí, en las noticias se podían ver niños y jóvenes intentando escapar y luchando con extrañas habilidades contra el escuadrón rojo, pero era inútil. También mostraban a un niño de piel blanca y ojos verdes de algunos 10 años de edad con mirada fija y postura erguida y un rostro muy superficial invitando a entregarse;
No se resistan somos la esperanza de nuestro mundo, aquí pueden ayudarlos ven y juntos construyamos un nuevo mundo.
Luego de la invitación y la sonrisa poco convincente de este niño mostraban el caos en las calles. Había personas comportándose de manera extraña, parecían no saber que les pasaba y aunque no mostraban interés en hacer daño no sabían cómo controlar lo que ahora les ocurría. Entre todas aquellas personas pude ver a una señora de algunos 60 años de edad lanzando fuego por su boca, y de la nada cayó muerta al suelo.
Esas imágenes eran terribles, aun así mis intenciones de salir seguían en pie.
--- mamá voy a salir. ---dije sin poder dejar de ver la pantalla del televisor.
--- ¿A dónde vas? --- Apretó mi mano con las pocas fuerzas que tenía intentando detenerme.
---No te preocupes mamá, quiero saber que pasa allá fuera, además ya no tenemos comida si me quedo aquí moriremos de hambre. --- Me solté suavemente y con un beso en su mano derecha me despedí.
--- Todo estará bien. --- le prometí.
---Geisy no tardo, quiero que estés muy atenta a mamá. ---le pedí a mi hermana antes de salir.
--- ¡Cuídate si! ---dijo asustada.
Le Guiñe un ojo y cerré la puerta.
Salí precavidamente con una bufanda que cubría mi nariz y una chamarra negra de cuero, no dudo que después de ver esas imágenes en las noticias estaba muy asustado, pero tenía que saber que pasaba y conseguir algo para comer.
Camine unas cuantas cuadras escondiéndome tras cada muro que encontraba. En el camino me iba encontrando con cadáveres de personas, lo extraño es que en su mayoría eran ancianos y algunos bebés. Estaba enmudecido con todo lo que veía.
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INFECTADOS
Science FictionUn extraño virus atmosférico se apodero de todo el planeta. Ahora ya nada es igual, nada de lo que conocíamos existe. Nuestra única salvación es pelear para sobrevivir hasta que sea descubierta una cura.