La noche se me hacía eterna, no veía la hora de empezar nuestra huida de ese lugar, sin embargo sabía lo necesario que era tomar un descanso, recuperar fuerzas y que nuestros poderes estuvieran al cien por ciento.
Daph no mencionaba palabra, parecía ansioso al igual que yo. Podía percibir en su rostro ira y angustia al mismo tiempo.
— ¿Estás bien Daph? — Pregunto acercándome un poco a él.
— Realmente no creo que nadie esté bien aqui, es solo que no dejó de pensar en lo que pasará en unas horas. No soportaría la idea de perder a alguien más. Debo confesar que tengo miedo.
— No debes preocuparte, usa esa ira y miedo a tu favor. — Habla Lía recostada a una pared cruzada de brazos.
Acto luego se acerca Taylor detrás de ella y caminan hacia nosotros.
— No podemos dormir. — Mencionó Taylor sentándose en el frío suelo, Lia hace lo mismo.
Daph y yo nos acercamos a ellas y hacemos lo propio.
Cruzo mi brazo por el cuello de Lía y la aferro a mi cuerpo.
— Te extrañé tanto Rey. — Lía gira su rostro y me da un cálido beso en la mejilla.
Sonrío y devuelvo el beso en su frente. Agarro su mano y así permanecimos por el resto de minutos.
A su lado el tiempo fue menos tedioso. Sin embargo por momentos me perdía en mis pensamientos tratando de convencerme que todo saldría bien.
— ¿Alguno perdió más que sus padres y demás familiares? Me refiero a alguien especial, ya saben, un amor.
Disculpen creo que fue una pregunta tonta e inapropiada. — Daph se cruza de brazos apenado y baja su cabeza por encima de su hombro izquierdo.— Creo que Daph quiere confesarse esta noche. — Taylor golpea su hombro toscamente haciendo estremecer un poco su cuerpo.
— Bueno, no es como que quiera confesarme, solo era una pregunta. Pero sí, sí perdí a alguien. Su nombre era Layca, era una relación difícil, ya saben, drogas, mucha fiesta y poco control. Sentía que podía entregarlo todo por ella pero también sentía que me destruía lentamente, aún así la amaba.
— ¿ Qué pasó con ella? — Lía pregunta intrigada.
— Solo desapareció el día de la explosión. No volví a saber de ella. Espero que esté bien. Aunque ahora siento que daría mi vida por alguien más. — Daph mira de reojo a Taylor y yo solo rasgo mi garganta junto con Lia.
— No sean tontos chicos. No hay tiempo para cursilerías. — Taylor golpea nuevamente el hombro de Daph esta vez haciéndolo que llegará hasta el suelo.
Las horas pasaron y los temas siguieron fluyendo. Sentí la noche eterna.
— ¡ Es hora chicos! — Me pongo en pie de un solo brinco.
De inmediato Lía, Taylor y Daph se colocan en pie y nos dirigimos a las habitaciones para despertar a los demás. El gran escape empezaba.
Nos colocamos los uniformes de combate y acto seguido nos encontramos en el comedor.
— A partir de ahora empieza el plan escape, debo decir, que no será fácil, conocemos al General Mansur y no nos dejará salir tan fácil, además de eso debo admitir que su silencio y el hecho de permitirnos llegar hasta este punto sin atacar no debe ser nada bueno. Tenemos el arma más poderosa para salir y ganar está pelea y no son nuestros poderes, es la unión y hermandad. Ahora somos una familia. No sabemos que hay afuera, pero de algo estoy seguro y es que cualquier mejor lugar en el mundo debe ser mejor que estar aquí abajo como ratas de laboratorio. ¡No perderemos a nadie más! — Hacemos un círculo y expreso mis palabras tomados de las manos.
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INFECTADOS
Science-FictionUn extraño virus atmosférico se apodero de todo el planeta. Ahora ya nada es igual, nada de lo que conocíamos existe. Nuestra única salvación es pelear para sobrevivir hasta que sea descubierta una cura.