Capítulo 16 (Enemigo sorpresa)

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Quedamos congelados al oír la voz del soldado, tomo la mano de Lía y la aprieto en señal de que esté preparada para pelear.

Se acerca a nosotros a pasos rápidos, yo solo giro un poco mi cabeza y espero para reaccionar.

— Ustedes. — Llama una vez a un metro de distancia el soldado.

Lía y yo volteamos al mismo tiempo hacia él.

— El General Manssur quiere verlos. ¡Vengan conmigo! —Da media vuelta y nos guía el camino.

— No se preocupen por la infectada, un soldado la instalará en el pabellón de heridos. — Habló dándonos la espalda.

Íbamos analizando todo lo que veíamos en el camino. Pronto salimos de los pabellones y llegamos a una puerta grande, parecía de metal.

— Está bien, aquí pueden quitar sus máscaras y tapabocas, entrarán a zona segura.  — Mencionó el soldado.

— Lo siento es un riesgo, debemos permanecer así. — Expresa Lía mirándolo a los ojos.

— Está bien, como quieran. — Volvió a hablar el soldado sin importarle mucho nuestra decisión de paremanecer con las máscaras.

Las puertas se abrieron lentamente después de que el solado pasara una tarjeta y digitara algunos números en una pantalla de seguridad.

Pensamos que entraríamos a algún gran salón pero solo era un pasillo, entramos en el y de inmediato de las paredes empezo a salir una especie de humo.

Despues de un minuto el humo cesó y una voz robótica habló. — Proceso de esterilización terminado.

Una vez más se abrieron unas puertas y ahora si pasamos a lo que era un salón. Había en el una mesa rectangular grande y una pantalla en frente de ella.

— Bienvenidos una vez más Doctores. — Habló el general Manssur, quién se encontraba de pie frente a uno de los dos extremos de la mesa.

— ¿Por qué conservan sus máscaras después de la esterilización? — Pregunta en tono extrañado.

— Después del apagón debemos estar más precavidos Señor. — Mencioné caminando hacia la mesa.

— Tienes razón. — Menciona y de inmediato pide a uno de los soldados que lo custodiaba su máscara.

Después de ponerla nos pidió sentarnos en la mesa. No estábamos solos, había en la mesa más personas, parecían alguna especie de comité, 5 personas más en total.

— ¿Hubo algún problema con el experimento por este inesperado y extraño apagón? — Pregunta el General Manssur sentándose a la mesa.

— No Señor, por suerte solo duró 5 minutos, de haber sido más hubiese acabado con lo que hemos logrado hasta ahora. — Hablo en tono tranquilo y creíble.

— Tenemos que averiguar cómo pasó esto, casi nos cuesta nuestras vidas.
— Frunce el ceño y coloca ambos codos en la mesa.

— Deben lograr cuanto antes dominar la mente de esos muchachos no tenemos mucho tiempo. — Dice un anciano que estaba al igual que nosotros en la mesa pero en el otro extremo de la mesa frente al General.

— ¿Tiempo para qué? — Pregunto confundido.

— Solo háganlo si no quieren morir. — Volteó hacia mí ese anciano y me lanza una mirada fulminante.

— Nuestro futuro depende de esos chicos, a todos debemos controlarlos, por tal motivo debemos dominar sus mentes y eliminar todos sus recuerdos.

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