En mi mente solo estaba Mamá, Geisy, Lia, Dreshell y todos los amigos que había hecho en la base, después de todo, algo bueno había surgido de todo este caos.
— Perdóname papá. — Susurré dejando caer lágrimas al suelo, al recordar que no había cumplido la promesa de proteger a mamá y a Geisy.
— ¡Eres un inútil! — Susurró humillante con la espada aún sostenida en el aire.
Al oír sus palabras mis ojos se abrieron como platos.
— ¿Que estás haciendo Rey? — Me pregunto frunciendo el ceño y clavando mi mirada al suelo. No me iba a resignar en ese momento, no después de todo lo que había pasado.Siento como viene la espada cayendo rápidamente hacia mí y me muevo con agilidad hacia atrás esquivando su intento de matarme, al mismo tiempo que golpeó su abdomen con mi cabeza, haciendolo inclinar hacia adelante con un gesto patético de dolor y dejando caer de sus manos la espada para colocarlas en su abdomen.
Sin perder tiempo me levanto con agilidad y paso mis manos esposadas por su cuello y lo pongo de frente hacía los agentes del escuadrón rojo como intento de prontegerme.
Sus armas me apuntaban, pero estaban inmóviles sin poder hacer nada.
— ¡Bajen sus armas! — Grité desquiciado.
— ¡Que bajen sus armas dije! — Volví a gritar, esta vez con más fuerza al no ver respuesta en ellos a mi primera orden.
Todos ahí estaban atónitos, las personas que estaban detrás de la pared invisible del campo de duelo, hablaban entre ellos, con gestos desconcertados y otros con mirada perpleja viendo todo lo que pasaba.
Los agentes asintieron a mi petición y lentamente bajaron sus armas.
— Ahora, deslicen las armas hacia mi. — De inmediato empiezan a llegar a mis pies todas las armas de algunos 20 agentes que estaban en el campo de batalla.
— No te saldrás con las tuyas infectado de porquería.
— Amenazó el general Manssur con voz entrecortada por las esposas en su garganta.— Lo mismo digo General.
— hago más presión en su cuello al mismo tiempo que menciono desafiante.— ¡Tú! Libera a la chica. — Ordené a uno de los agentes cerca a Lía.
— Quiero que la coloques a mi lado y ten mucho cuidado de internar algo o hacerle daño.
— Cuando todo este teatro se te acabe no me cansaré de dejar caer la espada en tu cabeza. — Intentaba intimidarme el General Manssur.
— Ya cállate infeliz.
— Respondo a su amenaza sin sentir mucho miedo.En realidad no sabía como iba a acabar todo, no sabía cómo mover mis piezas, mi mente estaba nublada, no podía pensar con claridad, solo sabía que debía sacar provecho de la situación y dejar el futuro incierto llegar por sí solo.
El agente trae el cuerpo débil de Lía a pasos lentos y sin dejar de mirarme.
Estando a un metro de distancia de nosotros, lanza a Lía con fuerza hacía mi. En ese momento desato el cuello del General para ayudarla y el saca provecho y proporciona un codazo en mi abdomen haciendome perder el equilibrio y mi intento por auxiliar a Lía.
Caigo de espaldas sin poder frenar mi caída por mis manos esposadas, mientras Lía cae sin fuerzas al suelo colocando ambas manos enfrente, pero sin evitar mucho un gran impacto de su cuerpo contra el suelo.
Mientras caíamos todos los agentes intentan correr hacia sus armas para dispararnos, pero el general los detiene y pide a uno de ellos su espada, quién se la lanza deslizada por el suelo del campo de batalla.
Una vez en sus manos la toma sin dejar de verme con su ceño totalmente fruncido, lanzandome una mirada fulminante.
— Te dije que no me cansaría de dejar caer mi espada en tu cabeza, pero quiero que veas como me canso con ella primero.
— Expresó con la punta de la espada en mi frente.Camina a Lía y levanta la espada sin sentimiento alguno.
— Es una pena, eres una joven muy hermosa.
— Menciona irónico.Sin poder resistir más lo que veía, tomo impulso en mis piernas lanzándome hacia adelante logrando quedar de pie.
A pocos centímetros de caer la espada en el cuello de Lía, tomo impulso y me lanzo dejando todo mi cuerpo en el aire logrando detener con ambas manos el ataque del general, No me importaba nada, si perdía mis manos o moría en ese preciso momento, solo quería no verla morir a ella. Sin sentir dolor alguno abro mis ojos y observo como una energía recorre mis manos, derritiendo las esposas en mis muñecas. Era igual que la energía en mis pies.
Estaba sorprendido al ver este nuevo poder en mis manos, solo sonrío un poco y aprieto la espada sin problema. Él queda perplejo y su pupila se dilata al verme allí enfrente y con esta nueva habilidad.
No deja de hacer presión en la espada pero es inútil su intento, poco a poco empiezo a ponerme en pie y me aferro con más fuerza a la espada, derritiendola en mis manos. Acto luego le proporciono un puñetazo en su mandíbula enmascarada, lanzandolo a mentros de distancia.
Todos lo agentes empiezan a correr a por sus armas pero yo empiezo a lanzar de la energía en mis manos dejándolo sin muchos movimientos y haciendolos retroceder.
Mis fuerzas aún no eran suficientes para combatir con todos. La energía en mis pies amenazaba con salir, pero mi cuerpo no se recuperaba del todo. Aún así arremeto contra ellos y empezamos un gran duelo.
Con la energía en mis manos empiezo a pelear alrededor de Lía para protegerla, eran demasiados para mí, estában haciéndome retroceder y algunos empezaban tomar sus armas pero era fácil derretir los dardos con esta energía en mis manos antes que pudieran penetrar mi piel.
Estaba exhausto, cada vez llegaban más agentes al lugar por las alarmas encendidas, entre ellos veo como entra Dreshell, pero a diferencia de ellos, llega caminando calmada, como si no pudiera interpretar la situación o como si por el contrario le diera igual lo que sucedía.
Me distraigo al verla y recibo un par de golpes en mi cuerpo. Sigueinte a ello empiezo a dar vueltas con mis manos extendidas alejando a los agentes de mi cuerpo y luego sigo batallando cuerpo a cuerpo con más de ellos.
De repente y sin esperarlo caigo al suelo sin poder moverme. Levanto mi cabeza con dificultad y veo a Manssur al lado de Dreshell, hablando una vez más a su oído.
—¡Rayos! — Una vez más estaba perdido.
Que difícil se han puesto las cosas para estos jóvenes. No te pierdas el siguiente capítulo.
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Saludos.
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INFECTADOS
Science-FictionUn extraño virus atmosférico se apodero de todo el planeta. Ahora ya nada es igual, nada de lo que conocíamos existe. Nuestra única salvación es pelear para sobrevivir hasta que sea descubierta una cura.