Dos días han pasado desde la última vez que vi a Dmitrick en club, no he recibido mensajes de él y tampoco le respondí el que me envió aquel día. Ganas de hacerlo no me faltan, pero me causa algo de temor que él resulte ser igual o más sobreprotector que mi padre.
-Hija- Llama mi madre a la puerta.
-Puedes pasar. - le digo.
Ella entra, y puedo observar que en sus brazos trae una especie de vestido.
- ¿Y eso? - le pregunto curiosa por el hermoso brillo que posee el corpiño rojo.
- Recibí este paquete hace algunos días, la Academia de un conocido fue vendida y enviaron unas pertenencias mías, al principio no quise aceptarlas, pero tienen una historia interesante. Yo estudié allí con tus madrinas, y éste vestido se mantuvo intacto, podría quedarte. - Ella lo acomodó en la cama y sonreí curiosa, mis dedos acariciaron la suave tela, pudiendo apreciar la hermosa prenda, cada detalle era perfecto, y ni hablar del hermoso corpiño rojo, en forma de corazón.
- Es precioso- las palabras se escaparon de mis labios y mi madre sonrió, a la vez que yo observaba sus ojos cristalizados.
- Si es importante no deberías dármelo, tienes una hermosa figura mamá, se te vería genial.
- ¿Cómo puedes decir eso? – preguntó sonriendo - Quiero dártelo, tu eres mi hija y tienes mi figura de aquel entonces. - No pude evitar tomar el vestido, ponerme frente al espejo, y colocarlo sobre mí para ver cómo me quedaba - se te verá genial en la fiesta de Dmitrick. - dijo mi madre.
- ¿Cuál fiesta? - pregunté, mientras dejaba el vestido sobre la cama.
- Es su cumpleaños, creí decírtelo hace unos días. - entonces lo recordé, pero como estaba en período de exámenes, lo había olvidado por completo.
- Lo olvidé mamá, aunque igual no tengo ganas de ir... tengo tarea. - traté de excusarme.
- Esto es increíble, tú, oponiéndote a una fiesta. - dijo comenzando a reírse, definitivamente me conoce muy bien. - ¿Tienes fiebre? - negué. -Cariño, debes ir. Luca te acompañará ya que tu padre y yo iremos de viaje por negocios unos días. Por eso te pido que vayas, sabes que Luca no irá sólo.
- ¿Me darás un permiso libre? – pregunto, esperando ansiosa a que su respuesta sea un sí.
- La última vez fuiste muy irresponsable con ese permiso hija. - me recuerda.
- No será así esta vez... confía en mí. - le suplico.
- Está bien, pero quiero fotos en la fiesta, sé que lucirás encantadora con mi vestido.
Observé el vestido sobre la cama, ya estaba emocionada por lucirlo.
Una semana después.
Veo mi reflejo por última vez, mi madre no se equivocó al decir que este vestido se me vería genial. Acomodo mi escote mientras que veo a Luca entrar con su traje negro, se veía guapísimo, será la sensación en esa fiesta.
- Wow...eres la copia de mamá, te vez hermosa.
- Gracias hermano, tú no te quedas atrás. - Él se mira en el espejo y me extiende la mano.
Lo abrazo, mientras saca su celular apuntado al espejo.
- Foto para mamá - dice y sonrío mientras la toma.
- Quedamos hermosos, la subiré a Instagram. - lo veo mientras postea, y acomodo un poco mi maquillaje. Extraño a la revoltosa de Marisha para que me maquille.
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La Hija De Un Mafioso
RomanceSegunda parte de la historia: La Elegida de un mafioso. Prohibida su copia o adaptación