Al despertar en la mañana lo primero que veo es a Dmitrick durmiendo muy plácidamente, con extremo cuidado comienzo acariciar su rostro y le doy un beso fugaz en los labios.
-Sabía qué harías eso.- él abre los ojos y sonríe de lado.
-Estas despierto.- hago un puchero y él sonríe.
-Desperté hace rato, sólo que no quise despertarte, lucías realmente hermosa con esa boca abierta y llena de saliva.- bromeo.
-Eres un tonto.- le doy un pequeño empujón.
Sonrió y cuando estoy a punto de besarlo escucho ruidos afuera.
-Mierda.- veo como se coloca con rapidez el pantalón y me lanza su camisa.-Póntela.-me ordena.
Saca un arma debajo de la cama y me hace una seña para que me levanté.
Lo obedezco enseguida y me coloco la camisa lo más rápido posible, se asoma por la ventana y lo imito, veo a tres sujetos armados caminar por la piscina.
-¿Quiénes son?- susurró.
-Problemas.- dice el tomándome del brazo y metiéndome dentro del closet.- Quédate aquí, no salgas bajo ningún motivo y si alguien viene no hagas ruido.- él me observa algo nervioso y yo comienzo a entrar en pánico asustada.- ¿Entendiste? - me pregunta y yo asiento.-Vendré pronto.- me da un beso rápido.
-Te amó.- le digo mientras veo como cierra las puertas del closet y se aleja.
Todo es un completo silencio, hasta que la puerta se abre y escucho disparos.
Cubro mi boca con mis manos, para evitar que mis quejidos se escuchen, mientras el corazón se me acelera con cada detonación, sólo son disparos, cosas rompiéndose y gritos entre hombres, mi corazón late desenfrenado, durante varios minutos escucho los disparos, hasta que luego de la nada hay un rotundo silenció, me asustó y escucho como cierran la puerta de la habitación.
Escucho pasos y la silueta de alguien se divisa frente al closet.
Tal y como en las películas de terror, veo como lentamente se acerca a mí, cuando abren la puerta grito fuertemente, pero al ver a Dmitrick me tranquilizó, aunque el está manchado de sangre y eso me preocupa enseguida.
-¿Estas bien?- lo recorro con la mirada y no veo heridas graves.
-Si.- me tranquiliza.--Debemos irnos.- dice tomándome de la mano y ayudándome a salir del closet.
Cuando salimos veo a un sujeto muerto en la piscina y a otro cerca de las plantas, quedo paralizada por un minuto, están muertos, inertes con los ojos abiertos.
-Los asesinaste- comento asustada, sin poder creerlo.
-Eran ellos, o nosotros y uno logro escapar.- me advierte.
-Eran personas.- le digo con los ojos llenos de lágrimas.
-Créeme, no merecen vivir.-me dice serio y yo me suelto de su agarre.-¿Qué te pasa?- me grita molesto.
-Asesinaste a dos personas.- le recuerdo.- Y actúas como si fuera algo normal, como si acabaras de matar a una mosca.
-Después del quinto, los demás ya no son tan graves.- le resta importancia.
-¿Eres un asesino?- le pregunto horrorizada.
-Soy un criminal, vengo de Rusia, trafico drogas y armas.- suelta.-¿Acaso pensaste que no estoy muerto por ser buena persona?-me toma nuevamente del brazo con fuerza y me empuja hasta meterme dentro del auto.
Él se sentó en su lugar y arranco a toda velocidad.
Fijo mí vista en el horizonte, no puedo asimilar todo lo ocurrido, si fue capaz de asesinar a esos dos hombres ¿Qué podría hacerme a mí? quizás él tenga razón, ellos tal vez sean malas personas pero asesino es asesino.
-Deja de torturarte con eso, yo no te lastimare a ti si es lo piensas.- no solo es asesino, también es adivino.- Tampoco soy un asesino serial o algún demente, de esos que ves en la tv, yo solo protejo mi vida y la de las personas que me importan.
-Creí que tú eras diferente.- admito con los ojos llenos de lágrimas.
-Creí que tú eras una chica buena.-dice sonriendo.
-Ambos nos equivocamos entonces.- murmuro.
El frena el auto de repente haciendo que me lastime la espalda, por la fuerza con la que el cinturón me regresa atrás.
-¿Enserio harás esto, luego de lo que paso anoche?- me pregunto algo molesto.
-Es que no es tan fácil de asimilar, te acepte lo de las drogas porque creí que no estabas tan sucio, pero hoy me di cuenta de que ahora soy una testigo de un crimen, soy cómplice de un doble homicidio.- respondo.- ¿Cómo podre olvidar esos dos rostros?-recuerdo sus ojos abiertos sin vida.- Estaban muertos a mis pies, es terrible, anoche fue perfecto pero hoy fue un completo asco.
-Entiendo que estés nerviosa, que te asuste pero no te preocupes, nadie sabrá de esto al menos de que tu hables.- me conto.- Somos criminales, mañana en las noticias dirán que la policía acabo con esos criminales ya lo veras. Tengo contactos, que cuando yo o mis hombres asesinan alguna de esas plagas, la policía se encarga de hacer que parezca fueron ellos los que los ultimaron, suena absurdo pero es lo que pasa, ellos prefieren no ensuciarse las manos y echarse la culpa para ganarse el respeto y hacer creer que hacen su trabajo.
-¿Eso debe tranquilizarme?- arquee mi ceja.- El que tengas tratos con policías corruptos.
-En la prensa solo anuncian una pequeña cantidad de muertos, puedo asegurarte que hay más pero los esconden en pequeñas y casi absurdas publicaciones que no son mostradas en la palestra pública.
-Como digas, no quiero hablar más al respecto.- murmuro.
-Está bien, tomate tú tiempo, pero te en cuenta que eran ellos o nosotros.
Al llegar a la casa en la colina, ambos nos asustamos al ver la camioneta de mi padre estacionada fuera de la mansión.
-Creo que tendremos serios problemas.-digo al ver como mi padre baja de la camioneta.
Dmitrick se estaciona a un lado de él y ambos bajamos del auto, él solo nos observa serio y al verme pone mala cara.
-¿Estas bien?-me pregunta y yo asiento.
-Ve a cambiarte, recoge tus cosas nos vamos a casa.-dice serio y sin quitarme la mirada de encima.
-Papá yo...
-No hables, tu madre esta con Luka corre a la habitación y si ella no te ve será mejor.
-Puedo explicártelo.- le digo suplicante y el me fulmina con la mirada.
-¡Que te vayas a cambiar!-me grita y asiento corriendo adentro de la casa.
Antes de entrar veo como mi padre discute con Dmitrick, pero decido no entrometerme ya hay suficientes problemas.
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La Hija De Un Mafioso
RomanceSegunda parte de la historia: La Elegida de un mafioso. Prohibida su copia o adaptación