Caminamos por todo el cementerio en la enorme caravana con los dos ataúdes frente a nosotros, el día es oscuro como el dolor que siento al ver los restos de mi amiga en una enorme caja de madera. Limpio mis lagrimas y apretó con fuerza la mano de mi hermana quien camina a mi lado mientras observo a Dmitrick sostener junto a otros chicos el ataúd de su amigo y a mi hermano quien sostiene junto a otros el de Mirla.
Suspiro y ahogo un grito que llevo horas tratando de reprimir, me siento tan triste y al ver a los familiares y amigos llorar me preguntó ¿Quién pudo hacer esto? Dejar a dos familias con este sentimiento de dolor tan profundo, mientras ven a sus seres queridos ser alzados a ese agujero en el que descansaran por la eternidad.
-Estamos llegando.- Escucho decir a mi hermana y solo me limito hacer un movimiento con la cabeza, ella limpia las lagrimas que recorren mis mejillas y me observa triste con sus ojos enrojecidos. Veo como todo es acomodado, nos sentamos en las sillas que acomodaron los de la funeraria y suspiro prácticamente me ausento de la ceremonia hasta que escucho la voz de Dmitrick.
-Gracias a todos los presente, en nombre de las familias de Roberto y Mirla les agradecemos su presencia y su compañía en este día tan triste para quienes quisimos a estas dos personas que hoy lamentablemente partieron hacia la eternidad.- El acomoda su corbata y se que esta tratando de no llorar pues lo conozco y en sus ojos veo la misma tristeza que siento.- Roberto fue mas que un amigo para mi, el me ayudo a superarme en este país cuando apenas era un extranjero mas.
El da un largo suspiro y continua.- El día que lo conocí fue muy gracioso, recuerdo que fue en un banco tendría yo una semana aquí y aun no conocía muy bien mi entorno, retire una gran suma de dinero del banco y cuando estaba por salir con el dinero en mis manos sentí que alguien me lo arrebataba de las manos antes de poder guardarla, subí mi mirada buscando al responsable y este ya había sido detenido por Roberto el le quito el dinero y le dio un empujón contra el piso al sujeto. – El sonrió con tristeza y luego observo con los ojos llenos de lagrimas el ataúd.- Dijiste "Hermano acaso estas demente para salir con el dinero así de un banco" no le entendí muy bien y con algo de mi mezcla Ruso-Español solo le di las gracias.
El limpio las lagrimas que corrían por sus mejillas y suspiro.- ¿A dónde te diriges ruso? Preguntaste y recuerdo muy bien que por alguna extraña razón te lo dije, me inspiraste confianza pues no me equivoque ese día al dártela eras un amigo fiel, alguien que estaba allí para ayudar a quien lo necesitara y aunque no estuviste de acuerdo con mi manera de vivir seguiste a mi lado y cuidaste de mi aun cuando yo no pude hacerlo contigo.- EL limpio nuevamente sus lagrimas y apretó la hija que tenia en las manos.- Descansa en paz hermano, no descansare hasta dar con los responsables de tu partida.- El lanzo una rosa sobre el ataúd y camino sentándose a mi lado.
Yo estaba llorando desconsoladamente sin darme cuenta y lo abrase mientras la madre y los familiares de Roberto hablaban, escuche y llore con todas las anécdotas y luego de que la familia de Mirla hablara su madre entre llanto me pidió dar algunas palabras y aunque sentía que no podía hablar me atreví hacerlo.
-No estaba preparada para decir nada.- Suspire.- Pero tratare de ser coherente, conocí a Roberto un día de salida con Mirla durante el tiempo que lo conocí el fue una persona muy singular y extrovertida el y Mirla tenían tantas ocurrencias en común sorprendentemente se complementaban al ser dos personas alegres y llenas de ideas absurdas e ocurrentes.- Tenia un nudo en la garganta y trate de contener el llanto.- Mirla fue mi amiga desde el kínder, ella y yo compartimos tantos momentos únicos e inolvidables aunque una que otra vez peleamos por boberías no dejábamos de estar al pendiente la una de la otra, ella fue siempre tan espontanea, tan única y su chispa iluminaba en mas de una ocasión mis días tristes, fuiste mi amiga.- Observe el ataúd y sin poder contenerme comencé a llorar.
- Fuiste mi hermana, mi confidente en todo momento, en tantas ocasiones y me parece injusta tu perdida, me duele que ya no estarás mas a mi lado y me llena de rabia e impotencia esta injusta realidad, maldigo al responsable de tu partida y lo declaro la peor escoria existente por apagar tu luz, por apagar tu espontaneidad.- Con los ojos llenos de lagrimas observe a los presentes quienes lloraban y me observaban fijamente.
-Si Dios verdaderamente existe, espero perdone mi alma por sentir esto en mi pecho, por odiar tanto a un desconocido y espero sinceramente que ese desgraciado muera de la peor manera y que su alma se carbonice en el infierno y espero ir a ese infierno para verlo pagar por lo que hizo.- Tenia mucha rabia e impotencia, sentía tanta ira y Dmitrick subió ayudarme a bajar de el podio para lanzarle la rosa blanca a mi amiga.
Me acerque a su ataúd y le di un beso al cristal que me separaba de la hermosa chica que descansaba angelicalmente.- Van a pagar esto Mirla lo prometo.- Susurre dejando la rosa y alejándome con el corazón hecho cenizas hacia las sillas.
El funeral termino y todos nos despedíamos dispuestos a irnos a nuestras casas.
-Samantha.- Alguien me llamo y al girarme vi a la madre de Mirla quien tenía unos lentes oscuros para ocultar sus ojos rojos.- Dígame señora Mercedes.- Me acerque y ella me tomo de las manos.
-Gracias por estar aquí, gracias por ser la amiga de mi hija y gracias por tus hermosas palabras.- Ella comenzó a llorar y sentí que Dmitrick me apretaba las caderas para sostenerme pues sentía que las piernas me flaqueaban al ver como esa pobre se derrumbaba por dentro.- Eres mi hija de corazón, te vi crecer junto a mi niña y te amare hasta el final, necesito que me prometas que volveré a verte y que no te perderás de mi vida tu también.
-Jamás señora Mercedes.- La abrase y comenzamos a llorar, minutos después finalmente nos despedimos con la promesa de volver a vernos y sabia que seria muy pronto camine con Dmitrick hasta el auto y nos fuimos a casa de mis padres pues nos quedaríamos con ellos por unos días.
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La Hija De Un Mafioso
RomanceSegunda parte de la historia: La Elegida de un mafioso. Prohibida su copia o adaptación