- ¡Vamos Sam! -Mirla me empuja nuevamente. - ¿Desde cuándo no sales conmigo? - Puso su cara de perrita regañada y sonreí.
-Desde que te embriagaste y te perdiste con tu noviecito.
-Tienes que olvidar el pasado amiga, no soy tan mala como me pintas, además, saldremos en una cita sin chicos, solo nosotras, como en los viejos tiempos.
- ¿Acaso peleaste con tu novio? - Arquee mi ceja y ella puso cara triste nuevamente.
-Si, discutimos, creo que ya no tengo novio por cómo le respondí.
- Eres una malcriada. - La regañé y ella me observó sorprendida.
- ¿Me hablas a mí? Tu eres la reina de los berrinches, la macha más peleona de todas ¿Y encima me hablas a mí?
-Deja tus dramas Mirla, igual no podré ir.
- ¿Tu novio o tu padre?
- Ambos.
- No estoy de acuerdo con que te dejes regañar por tu novio, eso es realmente absurdo, no entiendo, tú eras mi ejemplo a seguir y ahora me decepcionaste. - Ella me dio la espalda dispuesta a irse. - Creí que eras una mujer difícil de doblegar, eras mi ejemplo, así que si te decides a ir me llamas, espero que recapacites. -Se fue y me dejó en medio del pasillo pensativa.
¿Acaso estoy perdiendo mi personalidad por un hombre?
Salí en dirección al estacionamiento y como de costumbre el deportivo rojo estaba esperándome, vi un par de chicas sonriéndole coquetamente a mi novio, quien estaba recostado al auto cual actor de película y lo observé con mala cara.
Aceleré mi paso y antes de que él pudiera reaccionar de su faceta de modelo le di un beso largo, el cual no tardó en responder, metió sus manos dentro de mi cabello y profundizó el beso con su lengua. Sonreí entre besos al lograr mi cometido y antes de separarnos el apretó mi pompa haciendo dar un salto de sorpresa.
- ¡Hay! -Protesté. -seguimos en la universidad. - Susurré y él sonrió.
-Tú marcas territorio y yo marco el mío, aquellos chicos con uniforme de futbol te devoraron con la mirada y quiero dejar en claro que eres mía.
Recordé mi conversación con Mirla y puse mala cara.
-Hoy saldré con Mirla.
- ¿La novia de Roberto?
-Si, con ella.
-No iras, no te dejaré ir.
-No te estoy pidiendo permiso solo te informo, será noche de chicas.
- ¿Enserio quieres jugar así conmigo? - Vi algo de malicia en su mirada, pero le resté importancia.
-Si, esta noche quiero ser libre.
- ¿Estás seguras? -Volvió a preguntar y lo fulminé con la mirada.
-Solo quería que dejaras en claro tu opinión y la respeto, pero no te enfades cuando yo haga lo mismo.
-En fin, ya vámonos, tengo cosas que hacer. - Le dije subiendo al auto y el hizo lo mismo.
...
Estábamos en el club divirtiéndonos, desde que llegamos fuimos las más buscadas, como de costumbre un montón de chicos llegaron a invitarnos a bailar y ya que la idea era divertirse acepté, aunque tenía esa sensación de ser observada desde que llegué, aunque no me importó y me divertí bailando con muchos chicos.
- ¡Suéltalo Roberto! - Escuché un grito entre la música y cuando me giré Roberto estaba sobre otro chico golpeándolo una y otra vez, un par de personas trataron de quitárselo de encima al pobre muchacho, pero no lo lograban, mi amiga no paraba de gritar y yo de pensar que si Roberto estaba aquí Dmitrick también podría estarlo, y no me equivoqué.
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La Hija De Un Mafioso
Любовные романыSegunda parte de la historia: La Elegida de un mafioso. Prohibida su copia o adaptación