LHHP 2: La dulce traición

30. "Consecuencias severas"

PoV Alexis

Desperté muy confundida; la cabeza me dolía y me sentía muy débil. Imágenes de lo que pasó en la cámara me vinieron a la mente y me puse nerviosa pero me di cuenta de que estaba en la enfermería y todo estaba bien... Todo lo que había pasado con Harry, Dumbledore, los gemelos, Hermione...ay no, pobre. Siempre me está ayudando y aconsejándome y yo voy y le digo todo eso...Espera, siempre me ayudaba ¡Me acuerdo! Mi memoria había vuelto pero no sabía en verdad si alegrarme o no...Ahora que recuerdo lo bueno que todos han sido conmigo, me siento peor aun por cómo los he tratado... Madam Pomfrey se acercó y me dejó saber que el veneno ya casi había desaparecido por completo de mi organismo y que Dumbledore había vuelto y me esperaba en su despacho. 

Me levanté como pude y me fui hacia el despacho lo más rápido posible en mi estado. Tenía que pedirle perdón a Dumbledore por lo que le hice y asumir la responsabilidad de todo lo que pasó. Cuando llegué, respiré hondo y abrí la puerta. Harry y Ron estaban ya adentro. 

-Parece que ya ha despertado Señorita Potter, ahora puedo empezar: Habéis desobedecido como doce normas de Hogwarts, usted, incluso más...el Ministerio no es algo con lo que quiera jugar... Eso es más que suficiente para expulsarlos inmediatamente,  pero bien merecido, se os recompensará con el premio Servicios Especiales de la escuela.

Ron, Harry y yo nos miramos sin entender nada y luego miramos al director como si se hubiera vuelto loco. No solo no nos va a expulsar, sino que encima nos va a premiar ¿Es una broma? Por mi culpa ha ido a Azkaban, no puede recompensarme por eso. 

-Primero Harry, quiero agradecerte a ti. Debes de haber mostrado una gran lealtad hacia mi allá abajo; solo eso hubiera hecho aparecer a Fawkes -Sus palabras me hicieron sentir peor aun, así que me fui hacia las escaleras que llevaban hacia la segunda planta del despacho y me senté allá, escondiéndome de la mirada de Dumbledore y pensando en lo que me iba a pasar pero algo que dijo luego me trajo de nuevo a la realidad-... ¿Por qué te puso el sombrero en Gryffindor, Harry? -Harry dijo que él se lo pidió y me hizo pensar. Yo también le pedí que me pusiera ahí para estar con él...- ¡Exacto Harry! No son nuestras habilidades las que nos definen, sino nuestras elecciones. 

Eso me llamó incluso más la atención. Todo esto había comenzado básicamente porque no podía decidir qué hacer con lo que me pasaba con Draco...El ruido de la puerta me trajo de nuevo de mis pensamientos; Lucius Malfoy acababa de entrar seguido de Dobby. Ahora que recordaba todo lo que había pasado en la mansión antes de que Greengrass me borrara la memoria, el solo ver a ese monstruo me ponía los pelos de punta. Draco llegó justo después con la respiración agitada ¿Había seguido a su padre hasta aquí? Miró a el grupo que se había formado en frente de la mesa del director y después recorrió todo el lugar con su mirada hasta dar conmigo. Cuando por fin vio donde estaba, vino y se colocó enfrente mía.

-Lo siento. Vi a mi padre por los pasillos y pensé que sería una buena idea saludarle -dijo mientras miraba a su padre a los ojos- ¿Qué hace aquí, Padre? -Draco estaba retando a su padre con la mirada y este parecía que no iba ganando.

-¡Quítate del medio Potter! -dijo cuando dejó de mirar a Draco, apartando a mi hermano del camino con su bastón- Veo que ha vuelto Dumbledore... no me esperaba que volviera...tan pronto. Es decir, se le acusaba de cosas terribles.

- Sí, he vuelto. En cuanto llegamos allí descubrieron que los cargos eran falsos, aunque me llevó un buen tiempo aclararlo todo -dijo mirándome ¡Tierra, trágame! -, pero en cuanto se enteraron de que algunos alumnos habían desaparecido en mitad de la noche y Weasley aquí presente explicaron la gravedad de la situación, ellos mismos me pidieron que volviera... De hecho, varios de ellos estaban seguros de que, si no me destituían, les echarías una maldición a ellos y a sus familias.