1. "Besa el suelo, Tío Vernon"

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Hola, siento no haberlo subido anoche, de verdad. Aunque técnicamente no incumplí lo que dije. Dije que lo haría antes de irme a la cama y aun o he tocado la cama así que....Me quedé dormida en el sofá a las 4am escribiendo y me he despertado a las 9 ahí, a las 10 tenía cita en el banco así que salí pitando y no he vuelto a casa hasta las 1, por eso subo ahora el capítulo. Besos y perdón.

-Angie

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Narrador POV 

Harry se había ido a su nuevo cuarto con el álbum que le dio Hagrid, no quiere que lo vean porque sabía que si los tíos lo descubrían, se lo quitaran. Últimamente, en las vacaciones, lo había hecho mucho. Le encantaba ver la foto de sus padres pero, al mismo tempo, le recordaba lo idiota que había sido con su hermana, por no haber pensado en ella cuando se miró en el espejo

Sentía que algo entre ellos se había roto, que había perdido esa conexión especial que tenían y le aterraba no poder recuperarla. Por ejemplo, ahora su hermana le tenía secretos, y él lo sabía, claro que lo sabía. Siempre que la pillaba en su cuarto o en el jardín, ella se ponía nerviosa y guardaba algo....Se preguntaba que era aquello pero no tenía derecho a preguntarle, no después de lo que le hizo.

Así los dos habían adquirido algo valioso para ellos, Harry tenía la foto de sus padres que siempre guardaba en su baúl, y Alexis tenía el anillo de Draco, al que le había puesto una cadena para colgárselo y no perderlo, ese anillo le recordaba a su amigo y le ayudaba a pensar.

No solo eso tenían en común, los dos estaban tristes por lo mismo y, en parte, es por eso por lo que ninguno hablaba de lo pasado en Hogwarts. Alexis pensó que el dueño del anillo le escribiría, ni siquiera había podido despedirse de él y cruzaba los dedos por que al estar Draco visitándola no la hubiera empezado a odiar como juró por dejarle plantado. Por otro lado, Harry había hecho muchos amigos, sobretodo Ron y Hermione, y estaba decepcionado de que ninguno le escribiera ni le respondiera a sus cartas al menos.

Ya ni su primo, ni los tíos ni los visitantes de esa noche podían molestarle, no tenían espacio en la cabeza para pensar en ellos, solo en volver a Hogwarts de una vez por todas. Les tocaba estar encerrados sin hacer ruido en su cuarto, algo que preferían a estar soportándoles todo el día, de hecho, les hacían un favor.

Tío Vernon les había llamado para asegurarse de que no hacía ruido (amenazarles,hablando claro) y lo tenían bastante claro, pero cuando volvieron al cuarto se dieron cuenta de que igual no sería tan fácil. Un elfo doméstico, que después descubrieron que se llamaba Dobby, estaba saltando y chillando en la cama. Realmente estaba emocionado por conocer a los Potter, todo estaba relativamente bien hasta que Harry le ofreciño asiento, ahí demostró ser bastante rarito, gritando exageradamente, aunque era muy cuco, cuando Harry se disculpó por lo que dijo, Dobby abrió mucho los ojos, sorprendido.

—¿Ofender a Dobby? Había oído hablar de su grandeza pero es que a Dobby jamás un mago le había invitado a sentarse como un igual —Pero luego su rareza volvió de golpe al admitirle a Harry que solo había conocido a magos terribles, empezando a golpearse la cabeza—. Dobby malo, Dobby malo.

—Dobby, para de una vez y cuéntanos qué es lo que pasa. No has venido hasta aquí solo para conocernos y golpearte ¿no? —la morena le agarró de los brazos, haciendo que parara.

—Dobby sirve a una familia de magos muy poderosos. Dobby debe servir siempre a su señor pero Dobby debía venir a los Potter. El joven amo ayudó para que viniera, ordenó a Dobby que avisara a Alexis Potter. 

LHHP 2: La dulce traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora