Mi Destino en Tu Mirada

Prólogo.

Si la vida fuera fácil, yo podría tener todo lo que deseo, pero no lo es, nada es así de fácil.

No he podido obtener nada bueno en esta vida, ni de mi familia ni de alguien cercano.

No sé lo que es el cariño, la vida ha sido tan dura conmigo que apenas puedo reconocer que tengo sentimientos y que tengo una familia, una familia que apenas pudo aceptar que yo llegara a este mundo.

Hay situaciones en la vida que nos hacen cambiar y ocultar lo que sentimos, sin embargo, miren me, mendigando día a día un poco de amor de mi mamá o de mis hermanos, tratando de que puedan aceptarme como parte de ellos en sus vidas aguantando todos y cada uno de sus golpes, insultos y humillaciones. Es como si fuera una sirvienta en lugar de su hija o hermana.

Cuando pasas por tanto en la vida, como yo, llega un momento en el que te acostumbras y ya no vez la diferencia entre unas personas y otras, vez a todas absolutamente igual y crees que todas las personas te tratarán tan mal como me tratan a mí.

Llego un momento en el que no creí que mi destino fuera a cambiar, jamás imaginé que después de tantos años siendo nada y aguantando golpe tras golpe toda esa situación pudiera volverse peor, tanto que toda mi visión de mi futuro cambio completamente.

Un cambio que después de semana tras semana me llevo a toparme con personas diferentes, y después y gracias a ello el cambio me llevo a esos maravillosos ojos azules.

Jamás imagine decirle al portador de ese par de perfectos ojos azules lo que vi en su mirada cuando lo observe por vez primera.

Sin embargo, el hombre que portaba aquellos impresionantes ojos se volvió mi mayor perdición.

¿Cómo fue que llegue a eso?

Comenzare con el principio de todo, cuando aún no llegaba yo a este mundo.