Capitulo 1. ¿Y si termino embarazada?

402 50 4
                                    

19 años antes...

—¿Problemas con las cuentas?

—Para que preguntas si ya lo sabes.

—No lo sé Félix, no sé qué haces, vengo llegando de la misa de mi madre, a la que por cierto no me acompañaste.

—¿Me lo reprochas? Estaba trabajando, no tenía opción, iba a la misa de tu madre o a trabajar para ganar dinero y darles de comer. Además, tu madre jamás me aceptó

—Eso último no es una justificación, te casaste conmigo sin que te aceptara, pero ese no es el punto; ¿contestarás mi pregunta?

—Aah, sí Camille, como todos los meses, ya no nos alcanza el dinero, traer un tercer hijo a este mundo fue un error. No debiste aferrarte a que Charlotte naciera cuando sabías lo que podría venir a futuro, esta no es la vida que quiero.

—¿Y crees que yo si quiero esta vida? ¡Pues no! No es como imagine mi futuro contigo. Y claro que me aferre a ella, es nuestra hija, no podía permitir que la sacaran de mí, ¡es nuestra! ¿Cómo dices eso?

—Es la verdad Camille y lo peor es que ya lo sabes, pero no quieres ver la realidad, no podemos seguir trayendo hijos al mundo cuando ni siquiera podemos darles una vida digna a uno solo de ellos.

—Pero ese fue nuestro sueño Félix, formar una familia grande, tu querías 4 hijos ¿Qué cambio?

— ¿Cómo dices? ¡¿Quieres saber que carajos cambio?! ¡¡Cambio que tu padre dejo de darme trabajo, todos nuestros ahorros los gastaste en idioteces, en conservar tu nivel social Elite!! ¡Eso cambio! ¡¿Cómo carajos quieres que tengamos una gran familia cuando estamos al borde de la miseria!? ¿Conteste tu estúpida pregunta?

— ¿Puedes soltarme? Me haces daño, mañana tendré marcas en ambos brazos y los necesito para ir por el pan.

—Yo... yo lo siento, solo vete y no tardes que es noche.

— ¿No me acompañas? Siempre vas conmigo cuando es tarde.

—Hoy no, necesito terminar de hacer cuentas, ¿solo vete ya sí?

—Como quieras.

—Como quieras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...

— ¿Porque tanta prisa señora?

—Disculpe, me esperan en casa. —Este hombre me sigue desde que salí de la panadería y me da miedo, es demasiado tarde.

—¿Y no la pueden esperar otro poco? — Dice mientras me sonríe maliciosamente y se coloca frente a mí para bloquearme el camino.

—Disculpe no lo conozco, déjeme pasar y deje de cruzarse en mi camino. Con permiso. — Cuando quiero pasar me toma de los brazos y se acerca a oler mi cuello y un asco profundo me invade.

—Podemos conocernos mejor eso no es problema mi señora, aunque es demasiado joven para ser una señora, y demasiado guapa para desaprovecharla y dejarla ir, así como si nada. — Comienza a meter su mano bajo mi blusa y entonces grito.

— ¡Suélteme! ¡Suélteme maldito! ¡Auxilio! ¡Alguien ayúdeme! —Grito con todas mis fuerzas esperando que alguien me escuche, pero sé que es inútil, más no me detengo.

—¡Cállate maldita perra! — Siento un puñetazo en la cara y caigo al piso y comienzo a gatear. — No vas a ningún lado perra! — Tira de mis talones mientras me coloca abajo de él y sube mi falda, estoy atontada por el golpe y no puedo hacer mucho, dios ayúdame, Félix ¿Porque no viniste conmigo?

—No me toque!! ¡Suélteme por favor! ¡La policía vendrá! ¡Suéltame!

— ¡Cállate infeliz perra! — Una cachetada, ¡por favor no! — Te va a gustar cariño, ¿Me sientes? —Yo niego con la cabeza, grito y lucho con todas mis fuerzas. —
— ¿No? — Siento como sube totalmente mi falda, rompe mis medias y mi ropa interior, mientras desabrocha su pantalón y toma mi mano y me obliga a tocarle por encima del bóxer— ¿Y ahora maldita? ¿Te gusta verdad? Y deja que te la meta, la tengo tan grande que te va a gustar y vas a gritar más mamita.

—¡Suéltame! ¡Por favor no! ¡Déjame maldito infeliz! ¡Auxilio! ¡Alguien ayúdeme por favor!

—Eso, grita así mamacita. — Se restriega frente a mí y de un momento a otro solo siento como me desgarro por dentro.

Se introduce en mi de manera tan salvaje que no se en que momento deje de gritar, solo siento mi cara húmeda por mis lágrimas, no sé cuánto tiempo pasa hasta que este asqueroso se viene dentro de mí y algo me dice que, si mi vida es casi una miseria, a partir de este momento será un sufrir extremo. Una idea pasa por mi cabeza como estrella fugaz...

¿Y si término embarazada?...

____________________________________

Nota: En multimedia la madre de Aria, Camille y Félix su padre.

Mi Destino en Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora