Capítulo 6. ¿Que será de nosotros?

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—¡Vaya! Esta ciudad es demasiado grande

Jake luce asombrado, y no es para menos. Comparado con Amesbury, Birmingham es todo el mundo.

—Sí que lo es.

—Y bien, ahora si es tiempo de pensar ¿Que haremos?

—Creo que debemos buscar algún lugar y comer algo, no hemos probado nada más que agua en horas.

—Tienes razón, vamos.

Jake me toma de la mano y empezamos nuestro andar fuera de la estación de tren. Conforme vamos caminando este lugar nos asombra cada vez más, enormes edificios, mujeres y hombres realmente elegantes caminando por las calles, parece una ciudad de ricos. Pero también parece que todo en este lugar es demasiado caro. Las cafeterías y restaurantes que hemos pasado con tan solo mirarlos sabemos que son demasiado costosos como para que podamos pagarlos.

No sé cuánto tiempo hemos caminado, pero los pies comienzan a dolerme. Empezamos a dejar atrás los enormes edificios, seguimos viendo la "clase de esta ciudad" por todos lados, parece que esta ciudad no deja nunca el estilo, tanto en construcción como en su población.

Es realmente asombroso que alguien pueda adaptarse a vivir así, a vivir como su ciudad lo requiere.

—Aria muero de hambre. Hemos caminado durante horas y no encontramos nada que podamos pagar, tal vez deberíamos parar un poco, tomar agua y después andar.

—Tienes razón, los pies comienzan a dolerme.

—Ven sentémonos por aquí.

Jake me guía hasta una pequeña calle y nos sentamos en lo que parece ser la entrada a un modesto edificio.

—Vaya, es lo menos deslumbrante que he visto aquí.

Jake me pregunta y yo asiento con la cabeza.

—Lo es.

—¿Aún te duele?

—No mucho, la medicina ayudo bastante, la tomaré más tarde de nuevo.

—Está bien.

Jake me pasa la botella de agua y tomo lo que queda.

—Busquemos un súper mercado y compremos agua, ya no tenemos nada. Y tal vez encontremos ahí algo de comer.

Mi hermano asiente y seguimos andando. No sé qué haremos esta noche, no hemos comido y no podemos pagarnos una noche en algún hotel porque nos quedaremos sin dinero. Conforme lo voy pensando, más dura y cruda se vuelve la realidad.

Solo somos nosotros a partir de ahora, nosotros solos contra el mundo, no tenemos a nadie más, no tenemos familia, dinero, amigos... Nadie a quien recurrir, no tenemos nada. Seguimos caminando, pero sigo sumida en mis pensamientos.

Estamos solos y no me gustaría que termináramos así, aunque lo prefiero a terminar como mamá, o papá, o alguno de mis hermanos.

Samuel fue la excepción de mis hermanos, él es el mayor. Pero siempre fue indiferente conmigo, nunca me trato mal ni bien; era como si no existiera para él. El único recuerdo que tengo de él fue cuando yo era una niña de 8 años; en una de las muchas ocasiones que Isaac apagaba sus cigarrillos en mi espalda y él entro a decirle que lo buscaban, fue entonces cuando Samuel entro al cuarto y coloco paños de agua tibia en mi espalda y un poco de baba de Savila. No dijo nada en todo ese momento. Solo cuando termino recuerdo que me dijo algo que hoy he cumplido a medias:

"En cuanto puedas y crezcas lo suficiente vete de aquí como yo lo haré. De lo contrario no te aseguro un buen destino. Y lleva a Jake contigo."

Mi Destino en Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora