Capítulo 31. La primer semana.

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-William basta, no puedes vivir aquí.

Le digo y él solo me da una sonrisa burlona. Es un necio.

Han pasado 4 días desde nuestra primera cita y no somos nada, aún, decidí que lo quería conocer solo un poco más, claro que eso es raro porque prácticamente pasamos los últimos días juntos.

Para ser específicos el pasa el día conmigo, los últimos 4 días ha trabajado desde la cafetería. No se ha separado de mi desde que le dije "Sí a todo lo que te incluya".

Desde entonces, bueno, desayuna y come aquí, me vigila como un león esperando a su presa, cada hombre que me sonríe recibe una mirada fulminante de parte del Adonis que está sentado frente a la barra.

-Sí puedo. Consumo y cuido a mi mujer, es normal- Oírlo decir "mi mujer", me hace estremecer y un cosquilleo aparece en mi estómago-, ahora será mejor que sigas trabajando preciosa, antes de que Kalani llene su teléfono con fotos nuestras.

Él levanta un poco su cara señalando a Kalani, volteo al final de la barra y la descubro tomando nos fotos.

-Rayos.

Doy media vuelta y camino hacia allá, y en mi espalda puedo sentir la mirada penetrante de William recorriendo mi cuerpo. Me detengo y me giro para verlo

-No tienes vergüenza.

-Imagina cuando estés en mi cama.

-Oh... Ah...

Con eso, me da un guiño y vuelve su mirada a la computadora que tiene frente a él.

Me giro y comienzo mi camino hasta la barra.

-Sin vergüenza- Susurro antes de alejarme de él y oigo una pequeña risita de su parte, seguro me escucho.

-¿Tan rápido volviste de tomarle la orden a tu hombre?

Kalani y su pregunta burlona me hacen reír, pues siempre me tardo cada que voy a tomarle la orden, platicando y regañando lo por querer correr a todos los clientes con la mirada.

-Fue tal vez porque él te atrapó tomando fotos de nosotros dos- La miro esperando una respuesta y parece no importarle. Otra sin vergüenza.

-Me lo agradecerán después.

Doy un largo suspiro y vuelvo al trabajo. Unas horas después, el reloj marca el término de mi jornada.

-¿Nos vamos?

William está ansioso porque hoy viernes nos vayamos, está emocionado porque conoceré su casa. Maddie me dijo que ni siquiera ellas han podido visitar a su hermano en su departamento, él no lo permite, dice Madds qué es privado.

William está como niño chiquito, emocionado por llevar a su casa a alguien nuevo, por compartir esa pequeña parte tan personal de su vida.

Y me encanta que sea conmigo con quién lo haga.

-Claro- Tomo su mano y cuando él comienza a andar me detengo un momento-, espera, Kalani, entonces ¿Saldremos mañana?

-Obviamente sí, será la despedida de Maddie y Kenzie.

-Bien, entonces te veré en la casa a las 5- Tomo del perchero la correa y le llamo a mi perro-, Checo vamos.

Mi perro viene corriendo hasta a mi, coloco su correa y los tres salimos hacia el auto de Will. Una vez llegamos al auto, abro la puerta del asiento trasero para Checo.

En cuanto lo abro, descubro que el asiento trae una cubierta de algún tipo de tela. Checo se sube de inmediato y yo cierro la puerta.

-¿Y eso?

Mi Destino en Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora