Capítulo 13. Y me calló

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~Recuerden: 1000 lecturas para el viernes a las 3 de la tarde (Hora de México) y tendrán maratón de 5 capítulos😂👏😁 !!

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—Siéntate, ya vuelvo.

Hago lo que me pide y mientras espero pienso en todo lo que ha pasado en los últimos minutos. Golpeé a un tipo por un perro. Vaya que el amor que se le tiene a un perro es demasiado grande, y yo de verdad amo a Checo. Es un perro maravilloso.

Parece que lo invoque, pues se sienta a mi lado en el sillón y comienza a lamer mi mano. Definitivamente amo a este perruno. Sin embargo, las dudas asaltan mi cabeza... Los hombres que entraron ¿Como lo hicieron? y Jake, por dios ¿En qué momento apareció Jake? ¿Salió con los chicos? Para empezar ¿Porque no estaban en la casa? miles de preguntas me invaden y en ese momento soy consciente de que me duele. Llevo mi mano a ella y siento algo fresco una costra. La rasco y me sorprende lo que veo. Es sangre.

—¿Porque demonios tienes sangre en la mano?

—Y... Yo

Tartamudeo y Jason parece exasperarse.

—¿Puedes decir algo sin trabarte?

—Antes de que el tipo me sujetara por el cuello trate de subir por las escaleras, pero me abrazo por detrás y estrello mi cuerpo en esa pared. Mi cabeza también.

Señalo la pared y el voltea siendo consciente de que hay una mancha de sangre.

—Maldito.

Jason luce furioso de nuevo y yo no sé qué decir. Toma mi mano y hace con ella varios movimientos que hacen que me queje del dolor. Uno de mis dedos duele más, pone un poco de pomada y un abate lenguas en el para no que no se mueva supongo y comienza a vendar toda mi mano. Su toque se siente bien y me gusta.

—Parece un esguince. No puedes hacer nada, y eso incluye cocinar.

—¿Que? ¿Pero qué comerán?

—Comeremos. —Me corrige y sigue hablando— Pediremos algo de comida. Por unos días no pasará mucho sino haces nada o no quedará bien tu mano.

—De acuerdo.

Se hace un pequeño silencio y es él quien lo rompe.

—Gracias.

—¿Porque? — ¿Me agradece? No sé por qué.

—Por detenerme junto con tu hermano y Héctor de hacerle algo a ese tipo. Como dijiste pude ir a la cárcel.

—No es nada, pero creo que deberías canalizar tu ira hacia algún deporte. Box, por ejemplo. Puede ayudar a controlarte más.

El decide no contestar y termina de vendar toda mi mano. Coloca un poco de cinta médica para sujetarla. Tengo muchas dudas y es el momento de preguntar

—¿Dónde estaban Jason?

El detiene todo movimiento y su respuesta es muy seria.

—Fuera.

¿Es todo? Oh no, el responderá mis dudas, se llevó a mi hermano y necesito una explicación.

—Sí, pero donde.

—No te incumbe.

—Claro que lo es. Mi hermano estaba con ustedes. Me mintieron, los creía en sus cuartos y no estaban.

—Basta Aria, no te metas en nuestros asuntos.

—¡Mi hermano es mi asunto Jason! — Le grito y ya no soy capaz de controlarme. — ¡Los asuntos de él son los míos! ¡Pudo haber pasado algo más mientras no estaban!

Mi Destino en Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora