A llegado la hora

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Cuando terminamos de desayunar fuimos al cobertizo a seguir investigando.
Thomas llegó el primero, creo que o le gustó lo de investigar, o sólo quería ser el centro de atención pero creo que es la primera cosa.

Thomas entró y se puso a mirar lo que había dentro del baúl.

Cuando llegamos había puesto un montoncito de papeles.

Thomas: Estos ya los he leído.

Yo cogí los papeles y los ví sin leerlos. Parece ser que Thomas va más adelantado en la investigación que nosotros.

__: Thomas, ¿nos puedes contar lo que averiguaste? Veo que sabes más que nosotros.

Thomas: Lo puedes comprobar tu misma leyendo eso -dijo señalando los papeles, me pareció un poco grosero por su parte.

__: Porfiss cuentaloo -dije poniendo cara triste y le convencí.

Thomas: Bueno...vale... Una niña escribió en este diario y es la que nos está dejando pistas para encontrar el tesoro. También dice que unos señores se llevaron todo lo que tenían de Egipto y les tiraron la casa dejando sólo el cobertizo donde la niña guardó el baúl con el diario, cartas que recibían y fotos. En una carta que escribió el alcalde, para su familia, era de que se podían quedar en una casa del pueblo, por donde pasamos al hacer la excursión al río. Y bueno... eso es todo lo que sé y que ahora vosotros también sabéis.

Me puse a buscar en el baúl cuando mi mano de chocó con la de Thomas. Nos miramos y me sonrojé, Thomas me miraba y sólo sonreía.
De vez en cuando miraba de reojo lo que estaba haciendo Thomas. En una de esas veces se dió cuenta de que le miraba y me miró, pero yo aparté la mirada. No se por qué lo hice, por mí como si me lo quedaba mirando todo el día.

Se está haciendo tarde y casi era la hora de comer. Dylan y Teresa nos dijeron que se iban y Thomas y yo nos quedamos ahí.
Estaba un poco nerviosa y le pregunté por Lucía.

__: Así que... ¿dejaste a Lucía?

Thomas: Sí.

__: ¿Por qué?

Thomas: Ya no me gusta, me gusta otra chica.

__: Aaa... ¿Me dices quién es?

Thomas: Puede, ¿pero vamos a seguir investigando o nos vamos?

__: Nos quedamos hasta que me lo digas -dije cerrando la puerta del cobertizo.

Thomas: Vale, lo que tu digas -dijo levantando las dos manos y en tono burlón.

__: ¿Averiguaste algo más? -dije acercándome a él.

Thomas: No, sólo unas fotos.

Narra Thomas:
Quería pedirla salir pero, ¿cómo se lo digo?

__: Ey, ¿qué crees que es eso?

Thomas: ¿El qué?

__: Eso -dijo señalando algo- ¿no lo ves?

Ahora sí lo veía, había un papelito colgando del techo.

__: Tenemos que cogerlo.

Thomas: ¿Cómo?

___ se subió al baúl pero no era lo sufiecientemente grande como para alcanzar la nota que estaba en el techo, así que cogí a ___ e intentó coger el papelito.

__: Vé para atrás -fuí hacia atrás- ahora a tu derecha -fuí a la derecha- un poco más y... ¡LO TENGO!

Consiguió decir eso antes de que cayeramos al suelo. Ella estaba encima de mí, muy pegada a mí. Y ví como nuestros labios estaban unidos. ¿¡QUÉ!? No puede de ser. Esta ha sido la primera vez que la beso y no me doy cuenta. A sido accidental pero fue un beso.

__: Lo siento -dijo disculpándose.

___ se levantó e hice lo mismo que ella y la cogí de las manos, se lo tenía que decir ya.

Thomas: Yo no. He esperado este momento desde que te conozco. Dejé a Lucía porque quería estar contigo. Me gustas desde el primer día que te ví, pero no sabía como decírtelo. Te quiero ___. ¿Te gustaría ser mi novia?

__: Siii!!! -saltó hacía mí y la cogí dándola vueltas en el aire y me besó.

Ese besó que esperé con tanta ansia al final lo tenía y también la tenía a ella, a mi novia.

El Misterio Del Campamento (Thomas Sangster y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora