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"Algo anda mal"
Él
Sam no contestaba mis llamadas hace días, pero sabía que estaba bien, aunque no me atreviese ir a verla, necesitaba su espacio, no quería agobiarla. Pero con mis insistentes llamadas de seguro ya lo habría hecho.
Mientras ella no estaba, me dediqué a investigar sobre cómo recuperar su memoria, y todo mis intentos fueron en vano, no había nada. Lo único que conseguí fue, saber que sólo quien le quitó sus recuerdos podía devolvérselos, y ni por nada del mundo me acercaría a mi madre, y ni sabía en dónde estaba, ni quería pensarlo.
Me levanté del escritorio dejando algunos papales encima de este, quería estar solo en mi casa y descansar, todo el tema que tuviese que ver con recuerdos perdidos me tenía cansado, ya la esperanza de que Sam recuperase la memoria se había ido más rápido de cómo llegó a mi.
Me tumbe en la cama preocupado, Sam no abandonaba mi mente, tal vez se habría molestado por algo, o sólo quería estar sola.
Lo que había averiguado sobre el pasado de su mejor amiga no era tan malo después de todo, entendía por qué le ocultaba eso a Sam, Su hermana antes tenía una extraña enfermedad, no sabía muy bien los detalles pero era muy violenta. A Brogan la habían confundido con ella, encerrándola por error, cuando se dieron cuenta de que ella no era la correcta, la liberaron. Pero fue muy sospechoso, Brogan planeó todo eso para que su hermana escapará y se escondiera donde nunca nadie pudiera encontrarla, aunque ella sabía su paradero e iba a verla, Sheldon se acercó a ella para tener confianza y que lo llevase con ella, no tendría tanta suerte con ello si ni Sam sabía acerca de ella.
Dejé de pensar un poco para poder dormir, sin tener necesidad de hacerlo, pero quería esta en paz un tiempo, después de minutos o tal vez horas, me dormí.
Mi celular comenzó a sonar, en un segundo estuve Sentado en la cama.
— ¿Hola? —Bostecé.
—Señor Matthew, lo llamaba para preguntarle si asistirá a la reunión de mañana. Como no he sabido nada de usted, también me quería asegurar de que se encontrara bien —Habló Nicole, mi secretaria.
—Sí iré, y gracias por preocuparte.
—Está bien, nos vemos mañana.
—Hasta mañana —Corté la llamada.
Escuché un ruido en el comedor, al mismo tiempo que sentía una presencia, un poder, tal vez un alma llena de odio y oscuridad, me costaba grabar ciertas energías de los demonios para reconocerlos.
Dejé el celular en mi velador, me levanté de la cama y me dirigí hasta donde escuché que provenía en ruido
Llegué y no había nada, pero todavía sentía su presencia, estaba muy cerca.
