"Recuerdos"
Ella
Hace semanas que no veía a mis padres, seguían viviendo en la misma casa que hace seis años, más de una vez les propuse ir a vivir cerca de mi departamento, o conmigo mientras, en la ciudad u algo más cómodo para ellos. No les quería tan apartados como solían estar acostumbrados. Ya ni tenían amigos.
El taxi sólo me acercó al camino que daba a casa, le pagué y bajé, caminé rápidamente, hacía frío, el sol estaba más radiante que todos los demás días, pero no bastaba para darme calor.
Miraba los árboles, el camino, alguna que otra casa cerca, recuerdos de mi adolescencia, las malas decisiones, lo malos ratos, un corazón roto...
Lo que sí recuerdo antes de la accidente, es la horrible preparatoria en la cual mis padres me habían matriculado, obviamente asistí sin objeción alguna, después de todo estudiar era una obligación. Ahí conocí a Gabe, me pareció un chico admirable, hasta que le conocí de verdad. Un chico misterioso, pero con el misterio vienen los secretos. Y él tenía muchos, por su desconfianza corté con él, pero no sólo por eso, sentía que alto me faltaba, al principio algo no me dejaba quererlo, y esa sensación extraña que me impedía cierta cosas, hace algunos días desapareció. Y no me he preguntado por qué.
Entré sin avisar, no sabían que vendría, no les había llamado, nada. Sólo recé porque estuviesen en casa.
Para mi suerte, no se encontraban.
Suspiré decepcionada. Decidí esperarlos y preparar la cena. Tenía tanto que contarles, nos habíamos distanciado mucho y me dolía. Los necesitaba. Más ahora que Brogan está extraña y distante, no sólo conmigo, también con Benjamín. El cual... También estaba algo extraño. Empezaba a preguntarme que pasaba con las personas, por qué se comportaban así después de un tiempo.
Dejé las bolsas en la mesa, pasé al supermercado antes de coger un taxi e ir a verles.
Prendí la cocina temerosa, una vez sin querer dejé el gas prendido, y casi explotó. De ahí el miedo a la cocina.
Preparé la salsa rezando porque me quedara bien, no sabía mucho de cocina, es más, casi nada. Un día simplemente me alejé de eso. Sí, el día que casi me muero por un error mío.
Dejé los fideos en la olla, y me dediqué a ordenar mientras se preparaban. Al oír un extraño chillido del segundo piso, miré hacia por las escaleras, curiosa. Mis padres trabajan en cosas paranormales, y aunque no me acuerde de algunas cosas, se suponía que debería estar acostumbrada a que algo pasase, pero no. Les temía más que nada en el mundo. Mi padre antes de irme a dormir, me susurraba al oído « Hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos » y nunca entendí por qué. Si ambos pueden hacerte daño, claramente en diferentes formas, y no sabía cuál era peor.
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Amor Tardío ©
FantasiaPodía ver fantasmas, ¿Pero quién diría que me enamoraría de uno? PROHIBIDA COPIA O ADAPTACIÓN. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.