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Comenzaron a moverme lentamente, gruñí, algo que odio en la vida es que me despierten cuando lo único que quiero es dormir, y mas si llegamos a las cuatro de la mañana al departamento.
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-¿Que quieres, Jess?-pregunte aun con mis ojos cerrados.
-Vamos a desayunar.
-¿Tan temprano?.
Soltó una carcajada.
-Amiga, son casi las una de la tarde.
Abrí mis ojos de golpe.
-¿Bromeas?-negó divertida-¡wow!.
-¿Lo tomo como un si?-asentí mientras bostezaba-bien, levanta ese trasero de la cama.
Jess salio de la habitación dejándome aun recostada en la cama, de inmediato me levante, cogí todo mi cabello e hice una cebolla en mi cabeza. Mientras me estiraba comencé a caminar a la cocina donde supongo que esta mi amiga.
Y no me equivoque, estaba preparando café en su maquina.
-¿Como amaneciste?-le pregunte.
-Me duele un poco la cabeza, ¿y tu?.
-Absolutamente nada-sonreí-¿que preparo?.
-Hay huevo en la nevera.
Asentí.
En tan solo unos minutos y nuestro desayuno estaba listo, dos tazas de café, una paila de huevos, tostadas y jugo de naranja natural preparado por mi. Pusimos todo sobre la mesa del comedor para luego sentarnos frente a frente.
-Quiero saber todo, absolutamente todo-dijo Jess, la mire confundida-del chico de anoche.
-¿Luke?-asintió coqueta-¿que es lo que quieres saber?.
-¿Paso algo interesante anoche?.
-Si-sonreí traviesa.
-¡Habla por Dios!.
-Lo bese-le di una mordida a mi tostada.
Jess me miro atónita.
-¿Lo besaste?-asentí-¿y como besa?.
-Muy bien, excelente-confesé-y ademas, es un chico muy dulce, anoche converse bastante con el.
-Si me di cuenta-me miro coqueta-¿que edad tiene?.
-Veintidós.
-¿Estudia?.
-Pedagogía en Música.
-¿Donde vive?.
-¡Ay Jess!, ¿que mas quieres?, ¿revisar su hoja de vida?-reí.
-Tengo que saber todo acerca del nuevo chico de mi mejor amiga.
-No es mi chico, solo fue una noche, estoy segura que solo fui otra chica en su lista.
-Una pregunta, ¿donde tienes tu autoestima?-me miro molesta-________, eres una gran chica, y déjame decirte que anoche te veías demasiado sexy, Luke parecía un bobo mirándote.
-No lo se, no me pregunto mi numero-me encogí de hombros-y la lata de cerveza en donde estaba el numero de el la arroje al basurero, olvide lo que me había escrito.
-Quizás el destino quiere que sus vidas se junten otra vez, uno nunca sabe las vueltas de la vida.
Reí.
-Amiga-murmuro-yo no quería decírtelo pero anoche... Justin estaba en la discoteca.
-Si, también lo vi.
