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Los días comenzaron a pasar después de esa cena, de esa maldita cena, la que arruino todo, de un segundo a otro, aún recuerdo todo lo que ocurrió y no evito llorar.
Durante estos días, he venido a la universidad como corresponde, mi gran compañía aquí es Zed. Al otro día de lo ocurrido, me encontró llorando en el baño de chicas.
Me contuvo en sus brazos una hora completa, luego de eso me pregunto que fue lo que paso, se que en Zed podía confiar. Le conté toda la historia, de principio a fin.
Me entendió de inmediato, me dio muchos consejos y ánimos para salir adelante con todo lo que paso. Desde ese momento, comenzamos a acercarnos mas como amigos.
Jess volvió anoche de su viaje de Francia, quedamos en vernos hoy a la tarde, ambas tenemos muchas cosas que conversar, especialmente yo, quedara anonada con todo lo que deba contarle.
La misma noche de la cena, le pedí disculpas a tía Lucy y mi padre por lo ocurridos, ellos no aceptaron mis disculpas porque lo ocurrido fue por Alice, ella debía disculparse, pero sabemos muy bien que nunca lo hará.
Tía Lucy y mi padre también han sido una gran compañía para mi durante estos días, lamentablemente, Maurice volvió a New York. Su despedida en el aeropuerto fue muy triste, prometió volver en un tiempo mas para visitarnos.
Bien, pasemos a la parte mas dolorosa, Justin Bieber... de el no he sabido nada desde esa noche. Tome la decisión de alejarme de el y lo he cumplido, nada de mensajes ni llamadas para el.
Supongo que debe seguir con Alice, muy felices como lo han estado durante este tiempo. Espero que todo siga así, que el no vuelva acercarse a mi para poder olvidar su amor de una vez por todas.
-Entonces, ¿Qué opinas?-pregunto Zed a mi lado sacándome de mis pensamientos.
-¿De que?-le pregunte torpemente.
-¿Dónde tienes tu cabeza, mi niña?-rio.
-Últimamente, en todas partes, no puedo parar de pensar en esa noche.
Zed se sentó frente a mi, estamos en la cafetería de la universidad, gracias a Dios las clases se acabaron por hoy, la profesora con la que me tocaba la siguiente clase, no ha venido porque se encuentra con una amigdalitis.
-¿En que piensas tanto?-me pregunto-¿en Justin?.
-No, bueno si, pero un poco, mas que pensar en el, no puedo parar de pensar en Luke.
Rodee mi vaso de café con mi dedo.
-¿No ha contestado tus mensajes?-me pregunto.
-No, y cada vez que lo llamo, corta mis llamadas, no quiere saber nada de mi-tape mi rostro con ambas manos.
-No te sientas así-saco las manos de mi rostro-el va a querer conversar contigo, enserio lo creo, solo debes tener un poco de paciencia.
-Eso espero, le rompí su corazón-murmure-me siento terrible.
-No te lamentes mas, tu no elijes de quien enamorarte, además, tu no tienes la culpa, eso lo tiene la mala mujer de tu madre quien arruino todo.
-Ni me la recuerdes, cada vez que la recuerdo, quiero matarla con mis propias manos, arruino mi vida, aunque suene exagerado, mi vida se ha ido a la basura con todo lo que me esta pasando.
Zed acaricio mis manos sobre la mesa dándome una sonrisa, le correspondí el gesto levemente.
-¿Quieres salir?, te recuerdo que ahora podemos irnos.