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Apenas mis ojos perdieron de vista la gran camioneta que Alice conducía quizás en que dirección, voltee y comencé a caminar a pasos lentos para tomar el autobús.
Solos tres personas, una pareja de novios adolescentes y un anciano que ocupaba bastón y me estaba sonriendo amable, para no ser descortés, correspondí su gesto.
Me senté en los incomodos asientos de la parada, de mi mochila saque mi celular junto a mis auriculares. Necesito relajarme para el camino a casa, y la música será mi gran ayuda.
El autobús tardo alrededor de quince minutos en llegar, las puertas se abrieron, el anciano comenzó a subir con dificultad. Retire uno de los auriculares para ayudarlo.
-Muchas gracias, señorita-me hablo.
-No se preocupe.
Finalmente, subí al autobús detrás de la pareja de novios, pague el pasaje y camine hacia el final sentándome al rincón del lado derecho. Solo son un par de paradas antes de llegar.
La melodía de "All Of Me", rondaba por mis oídos, cerré mis ojos un segundo para no llorar, lo que menos quiero es formar un escandalo en el autobús.
De pequeña siempre busque el príncipe azul, con tantas películas y libros ficticios, creí que existía, pero me equivoque. Jamás pensé que el amor fuera así... tan complicado.
Siempre es así, eres correspondido o no lo eres, en mi caso... lamentablemente no lo soy, nunca me he enamorado de alguien como lo estoy de Justin.
Tiene imperfecciones, como todos, pero cada una de ellas me encantan, eso lo hace ser el Justin Bieber del que estoy enamorada hace mas de dos años.
¿Seré capaz de alejarme de el?, va a costar, y mucho, no será fácil sacar a Justin de mi vida de un segundo a otro, Alice deberá entender, será un largo proceso.
Siento el alma hecho trizas cada vez que pienso en lo que deberé hacer, no hablarle, no llamarlo, no verlo, eliminarlo por completo de mi. ¿Podre hacerlo?.
Para que mi secreto este a salvo y eso implica alejarme de el, deberé correr el riesgo, además, a el no le dolerá... estoy segura que no se dará cuenta de mi lejanía.
Pestañee varias veces y me di cuenta que estaba en la parada correcta, rápidamente me levante de la silla y baje del autobús. Acomode la mochila en mis hombros y camine hacia el edificio que solo estaba al final de la calle.
Abrí la puerta y vi al portero conversando muy animado con un hombre que rodeaba la edad de mi padre.
-Buenas tardes-salude.
-Buenas tardes-correspondieron mi saludo.
Seguí mi camino hacia el ascensor, subí en el hasta el piso que me correspondía, saque las llaves de mi mochila y abrí la puerta del departamento.
Tía Lucy estaba sentada en el sofá viendo un programa de chismes, podía sentir la voz de la animadora.
-Hola, tía-retire los auriculares de mis orejas.
-Hola, mi niña-sonrió-¿qué tal tu día?.
-Bueno.
-¡Pero que animo!-me miro riendo-¿paso algo?.
-No, no pasa nada.
Junto sus cejas mirándome confundida por mi actitud.
-¿Qué pasa, ______?-pregunto levantándose del sofá-te conozco muy bien y se que algo te paso.
