15.

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Maratón 3/4.

Justin.

Ella cerró la puerta dejándome con completo asombro por su actitud hacia a mi, creí que su enojo se había acabado después de que me fui, pero veo que no. Voltee y encontré a tía Lucy junto a Adam mirándome en silencio.

-¿Puedo hacerte una pregunta, Justin?-pregunto Adam.

-Si.

-¿Qué fue lo que paso?, no reconocí a mi hija en un segundo, fue tan...

-Dura, fría, seca-lo interrumpí pasando una de mis manos por mi cabello.

-Si, ¿puedes decirme que paso?, porque no entiendo absolutamente nada.

-Discutimos, eso fue lo que paso.

-¿Y porque discutieron?-pregunto tía Lucy mirándome preocupada.

-Cosas de nosotros-mire un segundo el piso-no quiero hablar acerca de eso, por favor no me hagan mas preguntas.

-Bien, te entiendo-Adam me dio una sonrisa-no hare mas preguntas.

-Gracias.

El se volteo hacia mi tía.

-Iré a la cama, ¿me sigues?.

-Si,ve tranquilo, yo iré en unos minutos.

Le asintió, beso cortamente sus labios antes de darme una mirada antes de caminar a las escaleras y subirlas hacia su habitación.

Por mi parte, fui hasta la cocina para calentar la cena que han preparado, mi estómago ruje y ruje por el hambre. Dentro de la nevera hay lasaña, corte un trozo y lo puse en un plato para calentarlo.

En una bandeja puse el plato cuando estaba listo, cubiertos y una soda, salí de la cocina caminando hacia el balcón. Acomode la bandeja en la pequeña mesa y me senté en una silla mirando con una leve sonrisa.

La noche esta preciosa, la luna esta grande y brillante, hay algunas estrellas que la adornan a los lados, pero pocas. No hace frio, corre un aire cálido por mis brazos.

Corte un pequeño trozo de lasaña y me lo lleve a mi boca, gemí al sentir el exquisito sabor, nunca remplazare las lasañas de tía Lucy, son las mejores de todo el mundo.

-¿Puedo?-pregunto señalando la otra silla que estaba vacía.

-Adelante, tía-le di una sonrisa-además, no deberías preguntarme, eres libre de sentarte.

-¿Te gusto la lasaña que prepare?-sonrió mirándome.

-Esta deliciosa, mejor dicho, siempre te quedan deliciosas... eres la mejor.

-Gracias mi niño... Justin, yo siempre te he dicho que puedes confiar en mi, ¿cierto?.

-Si.

-Y nunca te juzgare por lo que hagas, tu eres un adulto y sabes porque haces las cosas, aunque, si veo que estas haciendo algo mal, yo te lo diré... también lo sabes, ¿cierto?.

-Si tía, ¿qué pasa?, ¿por qué me dices todo esto?.

-Porque quiero que tu me digas la razón que tuvieron ________ y tu para discutir.

Rodee mis ojos mirando a otro lado.

-No quiero hablar de eso.

-Justin...

-De verdad tía, no quiero hablar de eso.

-Esta bien, dejare pasar esto solo esta vez-me miro con su dedo alzado en mi dirección-¿entendido?.

Él |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora