No Voy a Dejarte...

No es una despedida, y lo sabes...

Llegó el día de irme... Desde que me quedé en casa de Mordecai no lo he visto, he tratado de no encontrarme con el, por que ambos sentíamos un agudo dolor cuando estábamos juntos, por que sabíamos que en una semana, todo, todo por lo que habíamos luchado desparecería...

Pov Mordecai

Honestamente no sabía lo que podría pasar... Si al estar separados un año cambiaríamos, conoceríamos a mas personas y nos olvidaríamos uno al otro...

Pero no iba a dejar que se fuera, no sin haberle dicho lo mucho que lo amaba, quizás de esa forma se acordaría de mi, de una buena o mala forma, pero se acordaría...

Acordamos que lo llevaría al aeropuerto así que pasé por él.

Se le veía mal, muy mal, parecía que había llorado toda la noche.

-Ho-hola- le dije.

Asintió con la cabeza.

-Creo que te voy a extrañar- dijo al subir y cerrar la puerta.

-¿Cre-creés que lo harás o lo vas a hacer?

-Ya te empiezo a echar de menos...

Necesitaba decírselo ya... Pero no lo hice, tenia la esperanza de que al llegar al aeropuerto cambiara de opinión.

Nos fuimos muy temprano para poder desayunar en un restaurante o algo así.

Se quedó dormido, yo llevaba una chaqueta, hacía frío, me la quite y lo envolví en ella, era tan... Tan, tan tierno...

-Mo-Mordecai...-dijo.

-Oye, has despertado, ¿estas bien viejo?

-Estoy a punto de dejar a mi mejor amigo... ¿No puedo estar mejor?

Comenzó a llorar, se secaba las lágrimas en la chaqueta.

-No llores, es sólo por este año...

-¡¿QUIERES DEJAR DE REPETIRME LO MISMO?!- gritó- ¡ya sé que es un año!, ¿crees que conoceré a otro chico como tu?

-N-no, no lo creo, pero sé que alguien estará encantado de conocerte... Mas vale que seas feliz, o me harás viajar para que lo seas.

-Mordo, creo que no seré feliz a propósito...

-No hace falta que te deprimas para que te visite.

-Lo sé...

Pov Rigby

Llegamos a un restaurante de carretera y decidimos parar ahí.

Ya adentro no me sentía preocupado, solo agotado, no había dormido nada, había llorado toda la noche por que sabía que no sería lo mismo al volver.

-Mapache, ¿qué vas a pedir?

-No creo que tenga hambre...

-Awww- dijo- no me salgas con esta estupidez de no comer por cosas sin importancia.

-Ha, claro, Y tú tienes muchas ganas...

-No, pero ya sé que no será por siempre, te prometí que cuando regreses no te iba a dejar, y pues ya sabes, no lo haré.

- En ese caso, quiero un desayuno Jumbo sin huevos...

-¡Pero muy bien Mapache!

Comimos como locos, (honestamente sí tenía hambre, solo quería ser dramático, no funciosu)

-¡Bien Rigby!, ahora vamos que llegaremos tarde - dijo Mordecai.

-¿Desde cuando te importa llegar tarde?

-No lo sé, si haremos esto lo haremos bien...

Paso su mano por mi mejilla.
Obviamente me sonrojé.

-Mapache... No voy a dejarte ir...- susurró a mi oído.

-Y-y-yo...

-Shhh- me tapó delicadamente la boca- no digas nada... Solo vámonos...

Subimos nuevamente al auto. Mi madre me llamo por telefono.

-¿Hola?, ¿Mamá?

-Hola Rigby... Oye solo quería decirte que te cuides... Ten cuidado, ¿si?, te visitaré pronto, adiós...

-¡Adios, hijo!- gritó mi padre desde el otro lado de la línea.

-Adiós, papá... Adiós, Don, adiós, a todos, adiós...

Colgué el teléfono y nos dirigimos nuevamente al aeropuerto, el principal destino.

-Mapache- dijo Mordecai - Yo no tengo la culpa de que no estuviésemos en el mismo lugar este año... Pero, estarás para mi, lo sé...

Le Sonreí.

Llegamos al aeropuerto y esperamos el avión, me quede dormido en el hombro de Mordecai en una de las bancas, era la ultima ves que lo abrazaría, al menos por ese año...

El avión llegó y ya me tenía que ir.

- A-adiós, Mordecai...

Subía las escaleras eléctricas.

- ¡Espera!- gritó y se acerco a mi - hay algo para decir...

- Aja...

-Rigby... Te quiero...

-Lo sé... Mordo, no es una despedida, y lo sabes...

-Pero, te quiero de una forma inigualable...

-Mo-Mordecai...

-Te quiero, mucho, mucho... Te quiero...

Corrí hacía él y lo abrazé saltando a sus brazos...

-A-adiós, yo te quiero igual...

Regresé a las escaleras y entré al avión.

Podía ver como me alejaba de Mordecai, y lo peor es ver como tu vida se viene abajo...