La importancia está en él

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No me importó si esa chica fuera Gabriella, le ignoré y me dirigí a la habitación de Mordecai.

Donde le ví nuevamente en esa camilla, no reaccioné mas como para llorar.

Si supiera Mordecai mi agonía...

¡El no podía irse!

Corrí a la camilla y le abracé fuertemente hasta cansarme.

- Te amo... Y no te dejaré ir - le susurré.

Me acurruqué a su lado como un pequeño cachorro abandonado.

Y estábamos ahí, ambos, sabiendo que uno no iba a salir con vida.

Sabiéndolo pero no creyéndolo.

Simplemente no iba a aceptar una sociedad sin un Mordecai, una sociedad así se vendría abajo.

«Que apagen el sol de una vez», pensaba mientras me retorcía de dolor acostado en la camilla del arrendajo.

Cuando en medio de mi tribulación que me mataba lentamente, alguien me acarició.

- Ya deja de llorar - dijo Mordecai arrebatándome un beso.

Levanté la mirada secando las lágrimas de profundizo y agonizante dolor.

- Mordecai... Si tu te vas... Yo me voy - comenté.

- Oye, calmate ¿si? - me acarició el cabello - No me voy a ir a ninguna parte; no, si tu no vas.

- No me iré.

- No nos iremos - me cargó, aunque débil, y me besó nuevamente.

- ¿Crees que dejaré a mi novio? - agrego bromesco.

- No.

- Estas en lo correcto.

Una enfermera entró.

- Señor Mordecai, hay noticias, la doctora tiene que hablar con usted - mandó ella.

- ¿Puede decirle que pase? - sonrió Mordecai.

- Posiblemente.

Llamó la enfermera a la chica que me había parecido conocida.

- Gabriella - dije susurrando.

- Amigo - me miró serio Mordecai.

- ¿Qué pasa?

- Otra vez dices ese nombre...

- ¿Cúal nombre?

- Gabriella.

- Hola soy Gabriella - nos interrumpió la chica.

- ¿G-G-Gabriella? - dudamos al unísono Mordecai y yo.

- Ufff - jadeó - sí, ¿Cúanto tiempo, no?

- G-Gabriella... ¿La de primer año?

- Sí -.

No podía creer que fuese ella...

Flashback

-Hola- le dije a la chica de rosada cabellera y buen vestir con colores verde menta y verde lima.

No me contestó; «Una persona más que le ignorará por el resto del año», pensé.

Pero ella se quito un auricular.

-Oye, ¿Me dijiste algo? - preguntó.

- S-sí...

- Lo siento, es que no te pude escuchar, ¿qué querías decirme?

- Que hola...

- Ha, ¡Hola chico nuevo!, entonces - dijo muy amable y con mucho ánimo.

- ¡Hola!, soy Rigby, mis amigos me dicen Rigbone.

- Soy Gabriella, mis amigos...- En ese momento su rostro cambio con expresión de tristeza.

- ¿Qué pasa?, ¿Estas bien?

- La verdad es que no tengo muchos amigos... En realidad no los tengo.

- Bueno, pues ahora me tienes a mi, yo seré tu mejor amigo, y te voy a proteger - Esas palabras me recordaban a Mordecai, esas fueron las mismas palabra con las que conocí el amor, aunque el término defendiéndome, era un héroe para mí.

- Gr-Gracias... Enserio...

- No hay de que...

- Y cuéntamelo - dijo, ya con el mismo animo del principio - ¿Que haces acá?

- Estoy de intercambio desde otra ciudad.

- Viejo, intercambio es de lo peor.

- Lo sé, me dolió mucho despedirme de mis padres, de mi hermano menor... Nah, en realidad de él no, pero si de mi mejor amigo.

- Pues creo que no será por siempre, tranquilo.

Luego de eso, no hice mas amigos...

Me conformé con ella, todos nos molestaban, pensaban que eramos novios, pero yo la amaba, sí pero como amiga...

Honestamente la besé en el baile de bienvenida, bueno es normal que los chicos lo hagan ¿No?, es que ella me gustaba, pero me sentía culpable,por que sentía que alguien mas me gustaba, Mordecai.

Nuestra amistad no llegó a novios, después del beso, me sentía mas atraído a ella, y ella por mi, pero ambos decidimos dejarlo así, como mejores amigos.

Ella era una buena persona, me sorprendía ver que ella no tenía amigos.

Un día un chico moreno y de anteojos se acercó a ella a pedirle una cita, ella accedió y terminaron siendo novios, lo cual me lastimó, pero ella era feliz, además yo tenía a Mordecai, el me hacía feliz.

Ella término con el chico.

Y todo regresó a la normalidad, lo malo era que yo me tenia que ir en una semana. Triste y alegre.    

- Adiós... - le dije.

- Adiós Mapache...

La besé por ultima vez, y le di un buen abrazo, era mi segundo beso y era el peor de todos, por que tenía que dejarla...

Fin del Flashback.

Le miré.

- Mordecai ella es Gabriella, fue...

- Tu mejor amiga en primer año - me interrumpió.

- Sí... ¿Cómo sabes eso?

- Viejo, te quedaste mirando al techo como por diez minutos - sonrió.

- Lo siento - el arrendajo sacudió mi cabello.

Hablamos con Gabriella, ella dijo que podía darnos de alta en algunos días.

Solo esperaba na hora de salir e ir con Mordecai por un helado.

No Voy a Dejarte... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora