8.

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Bill.

El llanto lleno mí cara, y por un instante ya no supe mas de mi solo cerré mis ojos y caí profundamente dormido.

Tom.

Justo cuando me sentía solo en la obscuridad, llegaron esos hermosos ojos que en alumbraron como dos grandes luceros.

Esa noche simplemente no dormí.

"Con un beso bastara para volver a saborear su inocencia."

Me levante y fui directo a su cuarto, verlo tan inerte a todo , me trasmite paz, algo que no había sentido en años.

El gran lobo blanco se estaba enamorado de un indefenso cordero.

Tan sencillo y tan difícil a la vez.

Lo deje dormir, salí de su habitación y regrese al mio.

Cuando fue la última vez que escuche latir mi corazón?.

Al llegar a mi habitación estaba Ruth parada en la puerta.

- que pasa?.

- teléfono.

Me entregó el teléfono y me miro como pidiendo una explicación.

- gracias, puedes irte.

Enojada Ruth se fue.

- bueno.

- bueno amigo, como has estado?.

Esa voz sólo podía ser de Gordon.

- Gordon, tanto tiempo, y dime que te hace llamarme?.

- amigo, acaso no puedo llamar al gran lobo blanco?, bueno la verdad es que llamo por dos cosas.

- dime.

Me senté en mi cama mirando hacia el espejo.

- veras...voy a ir a California este fin de semana y quiero platicar contigo de negocios.

- aja ... Y el otro motivo es..?.

- necesitó encontrar un medico que quiera estar de tiempo completo aquí en Nueva York.

Medico...el padre de Bill es médico.

- entiendo...y dices que bienes este fin de semana, que tal si vienes el lunes y te quedas una semana entera.

- esta bien todo sea por un buen amigo.

Después de terminar la platica con mi amigo Gordon, pude dormir un poco, ya tenia planeado lo de mañana.

Todo sea por un buen amigo.


You Call Me MonsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora