||PAUSADA||Esclava de la vida, pero no de la mia|| Rubius & Tu.

Maia.

Al llegar al instituto se estaciono hábilmente y me abrió la puerta del auto.

-Princesa -dijo mientras abría la puerta.

-¿Princesa? -pregunte incrédula mientras bajaba.

-Prefieres, ¿Novia mía? -cerró la puerta y tomo mi mano.

-Mmm tentador -sonríe hipócritamente. -Pero me gusta más, _____.

-Te diré linda, amor y Cariño -sonrió. -Vamos debes parecer feliz.

-Lo intento -suspire y entrelace mis dedos con los suyos.

-¿Así?

-Así -dijo besando mi mejilla y yo sonreí. Feliz, feliz, feliz, me repetía.

Seguimos caminando por el estacionamiento, atrayendo las miradas de muchos chicos, chicas en realidad, y por sus caras se les veían los celos a lo lejos.

Genesis era la única excepción. Sentada sobre el capo de su deportivo blanco, hablado con sus amigas pero mirando a Samuel, luego a mí, luego a Samuel y luego a mí. Pasaba su mirada de uno a otro, hasta que por fin, sonrió como si algo le diera mucha risa.

Seguimos caminando hasta que llegamos a la esquina, donde Mad sacaba sus libros de su casillero. Pare a Samuel y lo mire.

-Bueno, debo ir a hablar con ella -señale a Mad.

-Te espero aquí -me miro. -Recuerda salimos hace casi una semana.

-Si ya lo sé -me di media vuelta y camine hasta Mad. Ella sacaba sus libros de Química, mientras tarareaba una canción.

-Mad .-llame, tocando su hombro. Se dio la vuelta y me miro fijamente.

-Oye, se que estas enojada por no decirte de lo mío con Samuel, pero es que yo no estaba segura si decírtelo o no. No sabía si iba a resultar y no me quería hacer falsas esperanzas contándotelo como si todo saliera bien. Y lo siento mucho, se que fui una tonta por no decírtelo y lo siento, lo siento, lo siento, lo siento mucho. Enserio y no he podido dormir sabiendo que tú estabas enojada conmigo, me hace sentirme muy...

-..._____ -me interrumpió. -Está bien, te entiendo y no estoy enojada contigo, solo no estabas segura y ahora lo estas -me dijo sonriendo.

-¿En serio, no estas enojada conmigo? -pregunte esperanzada, la idea de que Mas estuviera enojada conmigo era dolorosa, de alguna forma he creado un lazo de amistad con ella, y no me gustaría que terminara...ahora.

-Sí, enserio -cerro su casillero. -Y veo que...Samuel te ha encontrado -dijo mirando hacia atrás mío.

Di media vuelta y vi como Samuel venia caminando con una sonrisa en el rostro. Estúpido, pensé. Debía quedarse al otro lado del pasillo, donde Mad no podía verlo.

-Lindo -me obligue a decirle. -Hola.

-Hola -sonrió. Para Mad esa sonrisa significaba, está feliz. Para mí era, vamos actúa bonita. Entrelazo nuestras manos y le sonrió a Mad.

-Cariño me presentas a tu amiga -me miro. Suspire. -Mas, el es Samuel, mi...novio - ¡No puedo creer que esté haciendo esto! -Samuel, ella es Madeley Doblas, mi mejor amiga.

-Hola -estiro su mano -Un gusto conocerte.

-Igual -Mad estrecho su mano con la de él. -Dime Mad.

-Así lo haré. -sonrió.

-Bueno, yo debo...ir a clase -Mas se fue rápidamente por el pasillo. Cuando la vi doblar la esquina me gire hacia él.

-¡Por que querías que te presentara! -le grite bajo.