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Personaje: Thor Odinson

Advertencias: No

Partes: 1/1

Llevabas entrenando con Thor desde hace un buen tiempo, y hasta la fecha no habías logrado derribarlo, o si quiera moverlo un poco.

Literalmente era el hombre más fuerte que jamás habías conocido. Ya habías derribado a todos en entrenamiento, desde Natasha hasta el fabuloso Capitán América, pero al parecer Thor jamás caería ante tus inútiles golpes.

Era hora de otro entrenamiento, lo que significaba más intentos fallidos.

Caminaste con calma hasta la sala de entrenamiento, no tenias ninguna prisa en llegar. Divisaste a Thor en una esquina haciendo un poco de lagartijas, cuando te vio pasar por la puerta paro y corrió hacia ti.

- Mi lady, que bueno que llegas, tengo mucho tiempo esperando – dijo – es mejor que empecemos justo ahora.

- Pero aun ni siquiera caliento.

- Cuando estés frente a los malos no te darán tiempo de calentar – se escucho Clint detrás de ustedes.

- De acuerdo, empecemos.

El entrenamiento, o más bien la batalla empezó tranquila, había golpes por parte de los dos. Anteriormente lo único que hacia Thor era esquivarte, ya que según él jamás te golpearía; hasta que un día le dijiste que no tuviera miedo de golpearte y fue donde empezó la tortura.

Solo de vez en cuando soltaba un golpe contra ti, aunque no lo hacía con fuerza, sabía que te mandaría a volar con el más mínimo golpecito.

Los dos, o más bien tú, empezabas a agotarte, pero no querías dejar que te ganar, así que por nada del mundo pararías. Continuaste dando tu máximo esfuerzo, patadas y puñetazos salían de ti sin piedad hacia el rubio, aunque no le causaban el más nimio rasguño.

Cansada, diste tu último golpe, con toda la fuerza que te quedaba. Caíste sentada de golpe al suelo, con la vista un poco nublada gracias a la falta de agua en tu organismo.

Pensaste que lo que habías visto había sido producto de tu imaginación: viste como Thor caía al mismo tiempo que tu, mas sin embargo el no caía por cansancio, si no por el golpe que le habías proporcionado.

Abriste tus ojos lo más que pudiste y te levantaste de un salto. Mientras tanto Thor se levantaba igual, con el labio sangrando pero con una gran sonrisa en su rostro.

- Oh por Dios – susurraste – oh por Dios, ¿Yo hice eso? ¡oh por Dios! ¡¿Lo viste Clint?!

- Lo lograste Mi lady – dijo el Dios notablemente contento.

- Si, como sea – dijiste dirigiéndote a Thor.

Empezaste a reír como loca sin dejar de gritar "Oh por Dios"

Todas las personas que en ese momento se encontraban en la sala de entrenamiento y otras cuantas que pasaban por ahí se acercaron un poco más a la escena para poder ver mejor el panorama de las cosas.

Todos se sorprendían al ver al Dios nórdico sangrar y a ti gritando y riendo sin parar.

Steve, quien se encontraba pasando por ahí, se acerco un poco más al ver el bullicio.

- ¡Lo logre, Steve! – dijiste alegremente al verlo.

El solo negó la cabeza divertido y se fue de ahí, al mismo tiempo todos los demás que se habían acercado a ver se alejaban a terminar lo que anterior mente habían estado haciendo.

- Lo siento tanto Thor, es que de verdad estaba emocionada – le pediste disculpas mientras colocabas un filete congelado sobre su labio.

Habían tomado camino hacia la cocina después del entrenamiento, y te ofreciste para ayudar a Thor con su labio, pero lo único que se te ocurría hacer era colocarle algo frio, y ahora el sostenía un congelado filete sobre sus labios.

Te sentaste a su lado y encendiste la televisión, te sentías muy apenada con él y querías hablar lo mínimo.

- Estoy muy orgulloso de ti, lady _____, has perseverado hasta que lo has logrado – dijo

- Gracias, supongo. Pero te he dejado un horrible golpe en el labio, de verdad me siento muy mal por eso.

- Ni siquiera me duele, Hulk me ha dado golpes más fuertes, no te sientas mal por eso, soy un Dios – dijo con aires de grandeza.

Sonreíste y sin más que decir te dispusiste a ver la televisión. Después unos minutos más viendo The walking dead Thor decidió hablar otra vez.

- ¿Quieres ser mi amada hasta el resto de mis días? – pregunto.

Empezaste a reír ya que pensabas que se trataba de una broma, pero después, al ver el rostro serio del rubio a tu lado callaste y frunciste el seño.

- ¿hablas en serio? No puedes estar hablando en serio, tu estas con Jane Foster, sabes que me gusta Steve – lo último lo susurraste.

Aunque Thor fuera uno de los hombres más hermosos sobre la faz de la tierra, simplemente no podías sentir nada mas haya que una amistad hacia él; habían creado lazos tan fuertes en los últimos meses que se te hacía imposible que algo más que una amistad surgiera.

Además, tenías un amor tan profundo hacia Steve Rogers, lo que hacía que la atracción que sentías por Thor la primera vez que lo viste bajara un 400%

Tu cara se transformo de risueña a completamente confundida, no podías asimilar lo que el Dios acababa de decir, y el hecho de que no respondiera nada te ponía aun más nerviosa.

Cubriste tu cara con ambas manos en una clara señal de estrés. Mientras tanto Thor no aguanto más y soltó una gran carcajada.

Lo volteaste a ver con enojo dibujado en tu rostro.

- Eres un completo idiota Thor – te levantaste de tu lugar - ¡Jodete! – gritaste y saliste dando un fuerte portazo.

- Pero Lady _______, ¡Solo era una broma! – grito ya que habías salido de la cocina.

Thor toco tres veces la puerta de tu habitación, pero al ver que claramente no le responderías se fue rendido de ahí. Mientras tanto, tú preparabas tu venganza, y esta vez sí sería buena.

One Shots MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora